Otro clásico para el Barcelona

EFE | LA PATRIA | Barcelona (España)

El Barcelona ganó ayer el clásico contra el Real Madrid (2-1) en un choque vibrante y aumentó a cuatro puntos su ventaja como líder respecto al equipo madridista, que tuvo en la primera parte la ocasión, incluso, para dejar sentenciado el partido.

El encuentro fue de un sufrimiento y agonía constantes, debido a que los dos equipos disfrutaron de numerosas ocasiones para llevarse el partido. En la primera, el Real Madrid desperdició la ocasión de encarrilar el encuentro y en la segunda fue el Barça el que pudo marcar más goles.

La reacción azulgrana llegó en un chispazo, el que originó Messi enviando un balón al área en una falta que conectó de cabeza con precisión un actor inesperado, el francés Jeremy Mathieu (1-0).

El 2-0 fue una ilusión que se desvaneció a los pocos segundos, cuando el Madrid armó un contragolpe, el balón le cayó a Benzamá, quien resolvió el pase a Cristiano con un taco y el portugués envió el balón al fondo de la red (1-1).

Después de vivir unos minutos sin nada producido en el centro del campo, el Barcelona se inventó un pase desde el lateral donde Alves vio a Suárez, quien cruzó el balón batiendo a Casillas (2-1) en el minuto 11. Golazo del uruguayo.

Todavía hay tiempo

El técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, dijo después de la derrota que la Liga "no está acabada" y prefirió quedarse con el juego de su equipo aunque lamentó los últimos 30 minutos en los que le faltó "cabeza fría" para empatar.

"La liga está complicada, pero no bajamos los brazos porque tenemos que intentar jugar como en la primera parte", reiteró y subrayó que "el Barcelona tiene la misma ventaja" que hace unas semanas gozaba su equipo.

En la siguiente fecha, el próximo domingo, el Barcelona visitará al Celta, mientras que el Real Madrid recibirá al Granada en su campo.

Manizales también lo vivió

A pesar de que el Once Caldas jugaba a la misma hora frente al Huila, centenares de aficionados en Manizales prefirieron sintonizar el derby español o buscar un lugar donde pudieran ver a dos de los mejores equipos del mundo en acción. El Parque Caldas fue uno de los lugares elegidos y en cada uno de los pisos del lugar se acomodaron los seguidores azulgranas y merengues para hacerle fuerza a los conjuntos españoles. Al final, y tras mucho padecer, los seguidores barcelonistas fueron los que salieron contentos.