COLPRENSA | LA PATRIA | Ibagué
Apenas siete de los 12 asaltos pactados le aguantó el pasado sábado el mexicano Róbinson Castellanos al tolimense Óscar Escandón en el cuadrilátero del DC Armony de Washington (Estados Unidos), donde se enfrentaron por el cinturón interino pluma (126 libras) del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
El olímpico desde el primer campanazo salió en busca del azteca, quien de arranque prefirió aguantar y analizar la propuesta del ibaguereño.
De manera sorpresiva, a mitad del segundo round, el manito logró desestabilizar al pegador de la Tierra Firme. Cayó sentado, pero rápidamente se puso en pie para continuar con el combate.
Ese traspiés, en vez de afectar la concentración del colombiano, se convirtió en un impulso para ponerse adelante en el duelo. De a poco fue ablandando a su contrincante hasta que consiguió doblegarlo por completo, luego de romperle la nariz y cortarlo en la parte superior del ojo izquierdo. Ocurrió en el séptimo asalto.
Escandón llevó hasta una de las esquinas a Castellanos y, tras un intercambio de golpes, le asestó un gancho que dejó de rodillas al mexicano y sin posibilidad de pararse, motivo por el cual el juez decretó la victoria del mejor boxeador tolimense de todos los tiempos.
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