Llegó a ver los trabajos del Once Caldas y vio al campeón de la Copa Libertadores

Osvaldo Hernández

LA PATRIA I Manizales

El 13 de mayo del 2003, Deportivo Cali y Cruz Azul de México empataron 0-0 en el estadio Pascual Guerrero, de Cali, por los octavos de final de la Copa Libertadores de América.

El onceno mexicano fue muy bien atendido en la capital del Valle del Cauca y un mes después, Yahir García, asistente técnico de Enrique Meza, volvió a Cali, pero de vacaciones. Estando en el hotel miró por TV uno de los dos partidos de la final por la Liga que el Once Caldas le ganó al Atlético Junior.

A García le llamó la atención cómo, el equipo dirigido por Luis Fernando Montoya, planteó el juego para sacar el 0-0 en el Metropolitano de Barranquilla.

El tema quedó ahí hasta febrero del 2004, cuando Cruz Azul cambió de cuerpo técnico. Estando en su casa, en suelo mexicano, García vio la promoción de un partido del Once Caldas por la Copa Libertadores, se acordó que ya lo había visto en Cali y armó viaje para Manizales.

Abordó un avión a Bogotá y luego un bus a Manizales. Llegó el 17 de marzo y un día después vio el partido que el Blanco le ganó 2-0 a Vélez Sarsfield, de Argentina, con goles de Sergio Alejandro Galván Rey.

"Llegué y entré como cualquier aficionado y al final del partido le pregunté a alguien dónde entrenaban al otro día y a qué horas. Me dijeron que a las 7:00 de la mañana ahí mismo", recuerda Yahír.

Al día siguiente, Yahír madrugó en busca de la oportunidad para ver los trabajos. Lo dejaron entrar y al primero que se encontró fue al profesor Darío Vélez, asistente del Profe Montoya.

"Conversamos un rato, le dije quién era, con quién laboraba, pasaron los minutos, me presentó a Luis Fernando, quien me autorizó para ver los entrenamientos".

Seguidamente, García autorizado para internarse en el mundo del Once Caldas y allí nació una amistad con todo el cuerpo técnico integrado por Luis Fernando Montoya, Carlos "Panelo" Valencia, Juan Carlos Ángel, Darío Vélez y Alfonso Sosa. Incluso, con el paso del tiempo se convirtió en un compañero más en el equipo, al que acompañó a la final de la Copa Libertadores en Buenos Aires con Boca Juniors y a la final de la Copa Intercontinental, en Yokohama (Japón) con el Oporto, de Portugal. La primera la ganó y la segunda la perdió.

Yahír, que hoy tiene 43 años, el papá de Amanda, técnico de la selección nacional de Guatemala Sub-15, es un enamorado de Colombia, pero más de Manizales y del Once Caldas: "Me trataron muy bien, la gente es muy amable y eso es imposible de olvidar".

Sin querer queriendo, Yahír, quien hoy mantiene contacto con el profe Montoya, tiene 4 títulos en la Liga de su país, 3 con Toluca y 1 con Pachuca; 2 Concacaf con Pachuca, 1 Copa Suramericana y 1 Superliga.