Osvaldo Hernández

LA PATRIA | Manizales

La última vez que se puso los cortos y jugó fue el 21 de julio del año pasado. Vestía la camiseta del Deportivo Pereira en la Primera B, que visitaba a Fortaleza Fútbol Club en Bogotá.

Desde entonces, la carrera deportiva de Silvio Arango ha seguido en clínicas, laboratorios, pasillos, juzgados y la recepción del Once Caldas. Es allí donde permanece todos los días en horario de oficina.

Su drama empezó a mitad del año pasado cuando se lesionó su rodilla derecha. A partir de ese instante buscó la recuperación con el apoyo del Deportivo Pereira, con el cual estaba vinculado.

Arango se puso la camiseta del onceno matecaña gracias al convenio con el Once Caldas: "Tenía contrato con el Once Caldas de 2012 a 2014, pero fui al Pereira toda la temporada de 2014. Tengo entendido que el Once ponía una plata y el Pereira otra", cuenta Silvio, que ve pasar los minutos, las horas y los días en la recepción del Club.

Hasta diciembre todo fue normal, pero de ahí en adelante tuvo que hacer valer sus derechos. A pesar de estar lesionado, ninguno de los dos clubes le renovó su vinculación laboral: "Mi incapacidad fue del 15 de agosto de 2014 al 30 de julio del año pasado, o sea un año".

Entonces, Arango elevó una petición formal para que se le reconocieran sus derechos y no le respondieron nada. Por eso, se asesoró del Ministerio de Trabajo y la Personería Municipal e instauró una acción de Tutela buscando que se le reconocieran sus derechos laborales.

"Mostramos todo, los contratos, el convenio, mi incapacidad y mi historia clínica. La Tutela salió a nuestro favor y le ordenaron al Once Caldas que me reintegrara a la planta laboral".

De vuelta

En octubre del año pasado, el Club lo notificó de su reintegro y lo mandó una semana a que manejara uno de los vehículos del equipo: "Pero como tengo que estar pendientes de fisioterapias y otras cosas, volví a las oficinas".

"Uno quisiera estar en la cancha, haciendo lo que más le gusta, pero hoy no puedo. Soy un empleado del Club y debo cumplir con unas obligaciones", indicó el volante nacido en el corregimiento de Isaza (Victoria).

Aunque su incapacidad ya terminó, su proceso de recuperación sigue, pero, además, Arango tiene pendiente exámenes de su rodilla izquierda, de la que tendría que ser operado nuevamente".

Entre primera y segunda división, Silvio jugó 60 partidos con el Once Caldas y el Pereira. En Manizales fue dirigido por Jaime De la Pava, Juan Carlos Bedoya, Pecoso Castro, Santiago Escobar y Ángel Guillermo Hoyos.

Duván Vásquez, hoy director deportivo del Pereira, dijo que cuando se venció el convenio con Arango, lo remitieron al Once Caldas: "Le lesión del jugador acá en Pereira fue una consecuencia de su actividad en el fútbol que finalmente se transformó en crónica", dijo Vásquez.

Ayer, mientras sus colegas volvían a la grama del Palogrande después del primer amistoso con el Bucaramanga, Silvio Arango, con apenas 27 años, hacía lo que ha hecho el último año: presentarse a las oficinas del Once Caldas.

"Es un empleado del Club"

Para el Once Caldas, Silvio Arango es un empleado del Club, como todos. Sin embargo, a pesar de lo anterior, hay unas restricciones médico laborales que obligan a la institución a darle un trato especial.

"Lo reintegramos por orden de un juez y mientras tanto es un empleado del Club", explicó la fuente, quien agregó que le están buscando, de acuerdo con su situación, dónde lo pueden ubicar laboralmente.

Con artrosis en sus rodillas

10 operaciones tiene Silvio Arango en sus rodillas. En el departamento médico del Club explicaron que una secuencia de lesiones en sus ligamentos, en ambas rodillas, se transformaron en artrosis.

"Eso finalmente lo llevó a una inhabilidad para jugar fútbol en alta competencia", explicó uno de los miembros del cuerpo médico.