La huella que dejó Ricardo Cicilano en el Once Caldas

Osvaldo Hernández

LA PATRIA I Manizales

Mucho dolor causó en el fútbol colombiano la muerte de Ricardo Ciciliano. "Cici", así le decían sus amigos, dejó huella en el medio. Pasó por Deportivo Pereira, Deportes Tolima, Atlético Bucaramanga, Deportivo Pasto, Deportes Quindío, Deportivo Cali, Millonarios, Once Caldas, Junior, Juan Aurich (Perú), Uniautónoma y Atlético Huila.

Según el reporte, la neumonía por la que fue recluido desde el pasado 6 de septiembre en la UCI de la Clínica La Asunción, de Barranquilla, se le complicó al volante de 43 años.

Además de ser un gran jugador, por su talento y potencia para pegarle al balón, Ciciliano pasó a la historia del Campeonato Colombiano en el 2006, cuando siendo jugador de campo de Millonarios tuvo que ser arquero y le atajó penal a Jaime Castrillón, del Medellín. Bueno, en el 2008 fue al revés, pateó un penal y se lo atajó el paraguayo Carlos Espínola, del Deportivo Cali, que también se tuvo que parar en el arco del verde de Cali.

Ciciliano jugó con el Once Caldas en el 2008, donde dejó huella. El peruano Johan Fano, uno de sus amigos en el Blanco, no olvida que Ricardo lo molestaba mucho con lo que se decía en el programa de televisión Laura de América: "(risas) me decía...que pase el desgraciado o señorita Laura, por el programa que en esa época se veía en el país".

Un día, en una concentración, Fano fue el último en entrar al comedor y lo recibió así.

Samuel Vanegas, capitán del Blanco en esa época no olvida el día que recibieron un incentivo económico del Atlético Junior para vencer al Pereira, equipo con el que peleaban el descenso. "Cici" fue el encargado de organizar todo porque era de barranquillero y tenía cercanía con los junioristas.

"Entonces desde Barranquilla ofrecieron un dinero para que nosotros le ganáramos al Pereira y así lo hicimos. Recibió el dinero, hizo las cuentas y a nadie dejó sin el incentivo que pagó el Atlético Junior. Desde ese día se ganó un sitio importante en el grupo".

El capitán que levantó la Copa Libertadores del 2004 con el Once Caldas, recuerda a Ricardo Ciciliano como un hombre alegre, extrovertido y buen conversador.

Jorge Luis Bernal lo dirigió en el Deportes Tolima y en el Once Caldas: "Siempre me participaba en las charlas. Habitualmente hablo y doy la posibilidad de que los jugadores hablan y él lo hacía con argumentos y eso siempre me sorprendió".

Tanto Vanegas como Bernal dicen que Ciciliano era otro cuando iba a la Selección Colombia: "Si habitualmente era alegre, cuando iba lo era el doble", dice Samuel.