EFE | LA PATRIA | Madrid (España)
El Real Madrid derrotó ayer 1-0 al vigente campeón de Europa, el Bayern Múnich, en el primer capítulo de semifinales de Liga de Campeones, sobreviviendo a un asedio para imponer la pegada a la posesión y tomar ventaja en un duelo de puro fútbol con dos estilos dispares, que decantó el tanto de Karim Benzema.
Por cuarto año consecutivo el Santiago Bernabéu se engalanaba para unas semifinales con sabor a clásico del fútbol europeo. El Bayern de la excelencia, retocado con maestría por Pep Guardiola, era el examen más duro de la temporada para el Real Madrid de Carlo Ancelotti. Lanzado anímicamente por la conquista de la Copa del Rey, el deseo de la 'Décima' generó un ambiente mágico en el estadio.
Tumbar al Barcelona generó un empujón moral que necesitaba un Real Madrid que no daba la talla en las grandes citas, salvo contadas ocasiones. Así apareció un equipo de rojo, que si hubiese cambiado sus colores por los azulgranas todos habrían creído ver al mejor Barcelona de la historia diseñado por Guardiola. Toque con paciencia hasta encontrar el camino del peligro, lección de presión alta y asfixiante, exhibición de un estilo para minimizar las cualidades del Real Madrid.
El Real Madrid fue empujado a golpes a su terreno. De nada sirvió el planteamiento inicial de Ancelotti. El mismo que la final de Copa del Rey, con Cristiano por Bale como segunda punta. Fiel a la historia del club salió por el rival con sus armas. El 4-4-2 buscó anular espacios defensivos entre líneas, pero los alemanes fueron los dueños del balón.
Controló el juego
Las cartas estaban sobre la mesa en el segundo acto y con el marcador a su favor y sin la sorpresa inicial, el Real sabía a qué jugar. Mantuvo su solidez defensiva y con más espacios para explotar su virtudes ofensivas buscó un triunfo mayor. Lo evitó Neuer, que sacó abajo un disparo cruzado de Cristiano.
En defensa, Carvajal se impuso a un desconocido Ribery y era la insistencia de Robben el principal argumento de peligro. Casillas sacó los puños a un centro peligroso y detuvo con facilidad un disparo del holandés. Guardiola no paraba de quejarse en su zona técnica. De cada perdida de tiempo del rival, de cada error de sus jugadores. Movió piezas en el tablero. Javi Martínez al centro del campo y Götze por Ribery.
El último cuarto de hora de la primera batalla fue de empuje alemán hasta la extenuación. El Real puso un muro que no se rompió salvo por un grave error que pudo costar la eliminatoria. Tras un disparo de Müller buscando la escuadra que desvió Varane llegó un exceso de confianza de Modric que pudo costar caro. Ramos arrasó con todo y el balón cayó al croata que regateó dentro de su área en vez de despejar. El balón perdido acabó en una ocasión de Götze que fusiló a Casillas y se encontró con la rápida reacción del capitán madridista.
El dato
El próximo martes se disputa el partido de vuelta entre el Bayer Múnich y el Real Madrid en Alemania.
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