Osvaldo Hernández
LA PATRIA I Manizales
Una cuenta de cobro por $60 millones reposa en el Once Caldas a nombre de Jorge Alberto Guerrero Benavides. Ese fue el valor que el Club pagó por el arrendamiento de una vivienda en el sector de La Florida en la que vivió durante seis meses el empresario colombo-ecuatoriano.
Guerrero Benavides es el ejecutivo que el Club presentó el 29 de agosto del año pasado como socio estratégico. También, es la misma persona que 14 días antes y frente a medios de comunicación nacionales fue anunciado como líder de Goal International Group, el consorcio económico que había comprado el paquete accionario mayoritario del Once Caldas, en manos de Jaime Pineda y Tulio Mario Castrillón.
Pero también, es el mismo personaje que Juan Cevallos, quien fue dueño del Clan Juvenil, un equipo que era de primera división en la Liga de Ecuador, lo señala de adeudarle 400 mil dólares (ver recuadro Su paso por el Clan Juvenil).
Ha pasado 1 año y 1 mes y la compra del 92% de las acciones del Once Caldas se redujo a litigios y cuentas de cobro entre las partes, más cuestionamientos callejeros.
El 28 de febrero pasado LA PATRIA contó que el negocio se había estancado. Los vendedores adujeron incumplimiento de los compradores y estos a su vez sostuvieron que los imprevistos surgidos en la negociación no eran de su responsabilidad y que todo estaba en el cronograma acordado.
El paso de Guerrero por la ciudad y el Palogrande fue minimizado al máximo por la dirigencia y solo se le vio caminar por los pasillos en compañía de Tulio Mario Castrillón, presidente del Club. A la opinión pública le dijeron que era socio estratégico y algunos empleados lo conocieron como un ejecutivo que venía a revisar la empresa.
Corrió el tiempo y aparecieron señalamientos para el dirigente. Mario César Otálvaro lo escribió el 27 de julio pasado en su Línea de Juego al divulgar una conversación con Castrillón: "Pagos realizados por Once Caldas a cargo de los futuros dueños por deudas contraídas por Guerrero en asuntos de arriendo, colegio para sus hijos, rumbas en un hotel de Palermo, y viajes constantes a otros sitios del país".
Esteban Jaramillo, por su parte, en su columna de Contracara, advirtió la falta de recursos de Guerrero: "Los supuestos compradores del Once Caldas, después de muchas dilaciones, se silenciaron. Tras meses de espera, su oferta final fue por el diez por ciento del Club".
Otro allegado al Club asegura que fueron más los privilegios que tuvo Guerrero en Manizales más allá de la vivienda que le dio el Club por $60 millones.
Una fuente dice que Guerrero tuvo injerencia en las decisiones del equipo mientras caminaba el negocio de compra: "Como se suponía que en enero pasado pagaban parte del negocio y asumían la administración, le tomaron parecer para elegir a Eduardo Lara como técnico y para la incorporación de algunos jugadores".
El 27 de julio pasado, en un cruce de mensajes vía Whatsapp, Tulio Mario Castrillón, le reconoció a Mario César Otálvaro, el negocio, los problemas y las intenciones de irse.
Sobre el lío con compradores, le dijo: "El equipo nunca ni se vendió ni se ha vendido. Esto precisamente me sirve para la demanda en contra de ellos. Que ellos hayan dicho otra cosa es lo que vamos a demandar. Si tiene más evidencias sería de verdad muy útiles para nuestro proceso jurídico en contra de estos personajes".
El dirigente reconoció que el fútbol no es su sector: "Ir de salida, este no es un sector para nosotros y no se trata de querer al equipo porque sino no estaríamos aquí".
Hoy, mientras el equipo se hunde en la tabla y la afición sueña con una recuperación real, la dirigencia le pasa la cuenta de cobro a Guerrero, quien pasó por Manizales el "embajador de la India".
Su paso por el Clan Juvenil
Juan Cevallos era propietario del Clan Juvenil, un club de la primera división de la Liga Ecuatoriana en 2017. El dirigente cuenta lo que sucedió con Guerrero Benavides.
"Pasábamos apuros económicos y había un mal ambiente en el grupo. El técnico era Julio "El Turco" Asad, quien apenas se dio cuenta de que el Club se vendía, me dijo que tenía comprador. Ahí es cuando conozco a Jorge Guerrero, que vino, me habló bonito y me dijo que tenía la varita mágica. Llegamos a un acuerdo, le pasé la administración por 700 mil dólares y empezaron a correr los términos. Después apareció y me indicó que habían surgido deudas, le dije que él sabía qué compraba; sin embargo, le indiqué que cruzara las deudas y quedamos en 400 mil dólares.
Certificamos el acuerdo en una notaría, pero no firmó él, lo hizo su señora madre. Me hizo ir a Madrid (España) con el argumento de que me iba a pagar y nada. Le escribo y no responde".
Cevallos, que estuvo en el Clan Juvenil hasta mayo del 2017, supo que el equipo perdió la categoría, jugó dos años en la B, volvió y descendió y desapareció en medio de las deudas.
Guerrero dice que hay "acuerdos de confidencialidad"
LA PATRIA, vía Whatsapp, habló con Jorge Eduardo Guerrero. Se le enviaron las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué llegó a Manizales y más concretamente al Once Caldas?
2. A usted lo presentaron como aliado comercial ¿qué hizo?
3. ¿Por qué se ha dicho que usted vino con un grupo económico a comprar el Once Caldas?
4. ¿Por qué se fue de Manizales?
5. Algunos medios han dicho en Manizales que usted abusó de la confianza que le dio el Club ¿cuál es su versión?
Guerrero respondió: "Quiero agradecerle por contactarse conmigo. Lastimosamente usted entenderá que en este tipo de negocios se involucran condiciones pactadas por las partes, entre ellas los acuerdos de confidencialidad, los cuales impiden a los implicados divulgar detalles o información al respecto del negocio. Le agradezco mucho por entender. De mi parte solo tengo agradecimiento y cariño por las personas que estuvieron alrededor mío y de mi familia en Manizales. Todo mi afecto y buenos deseos para todos ustedes".
Sobre lo sucedido en el Clan Juvenil, de Ecuador, denunciado por Juan Cevallos, indicó: "Afirmación fuera de cualquier contexto por parte del Señor Cevallos".
El 18 de septiembre del 2018, el Clan Juvenil, en su Facebook, publicó esta foto en la que aparece Jorge Guerrero (a la derecha) como directivo del equipo. Dice que "nuestros dirigentes y jugadores visitaron ayer el mejor patio de autos de la ciudad...".
El silencio del Once Caldas
El pasado lunes, vía Whatsapp, LA PATRIA le solicitó a Julio César Orozco, jefe de comunicaciones del Once Caldas, el traslado de las inquietudes a Tulio Mario Castrillón, presidente del Club. No obstante la insistencia, no hubo respuesta.
Las preguntas que se enviaron:
1. ¿Cómo llegó Jorge Guerrero al Once Caldas?
2. ¿Qué pasó con Jorge Guerrero como socio estratégico?
3. ¿Qué incidencia tuvo Jorge Guerrero en el nombramiento de Eduardo Lara como técnico y los refuerzos que llegaron en enero?
4. Jorge Guerrero dice que no habla del negocio planteado con el Once Caldas por temas de confidencialidad, lo que de entrada, admite conversaciones al respecto ¿En qué quedó ese negocio planteado?
5. ¿Es cierto que el señor Guerrero le incumplió al Once Caldas y que, como lo han dicho algunos medios, abusó de la confianza de la dirigencia?
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