- ¿Qué significa ser el Deportista del año en Caldas?

Estoy feliz, orgulloso de esta distinción. Es un honor como deportista, como ciudadano de Palestina y como caldense. Es el fruto de tantos años de esfuerzo y lucha.

- ¿Tiene un sabor especial, saber que vive en el exterior y no se olvidan de usted?

Mi vida ha dado muchos rumbos. Mis raíces son de acá, nací en Manizales, pero me crié en Palestina. Llevo 14 años en Zaragoza (España), pero siempre llevo la bandera del país y de Caldas.

- ¿Cree que estuvo a punto de perderse para el ciclismo?

Es verdad, toda la vida la he dedicado a la bicicleta, desde los 12 años que empecé acá. Me fui a España, corrí ruta profesional, pero no pude consolidar mi carrera, a pesar de estar en un equipo Protour en Italia. Luego estuve al punto del retiro, volví al ciclomontañismo y nació la ilusión. Casi me toca dejar la bicicleta.

- ¿La Titan Desert lo relanzó en el mundo del ciclismo?

Es una carrera complicada. Quería protagonismo, busqué los recursos y todo era nuevo allá. Pero demostré que tenía condiciones y salí adelante. En la primera edición fui décimo, quise volver con más ambición y la gané ante rivales muy duros en el mundo.

- Fue al Titan con recursos recogidos, ¿ya tiene equipo, ya vive del ciclismo?

El ciclismo es complicado para todos, no solo para mí. Una marca de España me ayudó en la primera, luego fui y la gané y ahora afronto una temporada dedicado ciento por ciento a la bicicleta. Quiero volver con toda la ambición de triunfo, llevar a mi hermano y armar equipo. Ojalá la empresa nos ayudara.

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