EFE | LA PATRIA | París (Francia)
Los signos que indicaban que el Barcelona no andaba fino irrumpieron ayer en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el París Saint-Germain. El conjunto francés lo aplastó en su casa al golearlo 4-0.
Sin ritmo, sin personalidad, sin recursos, sin la aparición de sus estrellas, el equipo español fue intrascendente ante un destacado PSG, superior en cada línea, sustentado en un enorme Matuidi en el centro del campo y con un Ángel Di María que se marchó con un doblete completado por un tanto del alemán Julien Draxler y otro del uruguayo Édinson Cavani.
Por vez primera no le marcó un tanto al PSG, que se había convertido en su rival favorito en Europa en las últimas temporadas. Es la tercera vez que al Barça le endosan una goleada de esta talla en la Liga de Campeones. Lo probó ya en la final del 94 contra el Milan y en las semifinales de 2013 frente al Bayern de Múnich.
Al fin pudo sonreír Unai Emery en un duelo contra el Barça. En 23 partidos anteriores solo le había ganado una vez, con el Sevilla. En el 24 le propinó una sonora goleada que infla su crédito en París y lo convierte en favorito para jugar, por quinto año consecutivo, los cuartos de final.
Ospina, de titular
El Bayern Múnich y el Arsenal, dos viejos conocidos del balompié europeo, se medirán hoy (2:45 p.m.) en el partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones. Será su séptimo enfrentamiento en la máxima competición continental en los últimos cinco años.
La principal novedad en el 11 de los londinenses será el portero paisa David Ospina, titular en la Champions y en las Copas, que recuperará la titularidad y mandará al banquillo a Petr Cech.
El Real Madrid, vigente campeón de la Liga de Campeones, regresa a su competición preferida con el objetivo de convertirse en en el primer equipo en reeditar título, con un cruce de octavos peligroso, un Nápoles en racha, pero de corta experiencia, en octavos por segunda vez. El juego también empezará a las 2:45 p.m.
El Nápoles regresará al Bernabéu 30 años después. La última vez, que se remonta a 1987, cuando el Real Madrid lo dirigía el técnico holandés Leo Beenhakker, el conjunto español se impuso 2-0. Al volante colombiano James Rodríguez lo convocaron y será suplente.
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