LA PATRIA | MANIZALES
José Luis Saldarriaga sabe lo que es padecer los golpes físicos, pero también los que le propinó la vida. Y aún así ahí sigue, luchando por sobresalir y convertirse en el mejor peleador de artes marciales mixtas.
Destinado a vivir su infancia y adolescencia en hogares sustitutos, recordó cómo asesinaron a su padre hace unos 21 años en el barrio San José. Luis Eduardo, que se desempeñaba como ebanista, caminaba con su pequeño, cuando un sujeto se acercó y lo apuñaló. Alcanzó a llevar a su hijo a la casa antes de desplomarse y morir ante él.
Como nunca conoció a su madre, a José Luis y a sus dos hermanos menores los acogió el ICBF.
"Pasamos a adoptabilidad por abandono de los padres, desde allí empecé todo este proceso, pero era un chico conflictivo, resabiado y grosero, tenía mal comportamiento y mal rendimiento académico", recordó José Luis.
Lo enviaron a la Fundación Niños de Los Andes, en donde formó un motín y lo trasladaron a Los Zagales. Luego pasó al centro de recepción en El Carmen, y dos hechos le hicieron cambiar el pensamiento: volver a ver su hermano menor luego de dos años y conocer al psicólogo Juan Gabriel Buitrago y a la directora Fanny Bernal.
Un día, el funcionario le mostró un video del legendario boxeador Mike Tyson y decidió dar golpes en el ring y no a sus compañeros. Era lo quería hacer. Lo llevaron a la Liga de Boxeo y con ella empezó a ganar títulos en intercolegiados y regionales.
Fanny también le colaboró económicamente en sus travesías: "Me cambió totalmente, pensaba diferente, quería estar entrenando, no me daba por destruir, pelear, era más relajado, eso me canalizó mucho", sostuvo.
No obstante, el centro cerró y José Luis regresó a Niños de Los Andes, donde encontró el apoyo de Alberto Jaramillo, hermano de Papá Jaime. No solo lo acogió, sino que le ofreció la oportunidad de estudiar atención prehospitalaria.
También supo que quería dejar el boxeo y dedicarse al kickboxing. Jaime, por medio de un programa denominado Proyecto Sueños, le dio la oportunidad de irse este año, durante seis meses para Tailandia, en donde entrenó con expertos en artes marciales de ese país, Japón y Singapur.
Por el bicampeonato
José Luis se coronó campeón del kickboxing el año pasado en Colombia tras vencer por nocaut a dos rivales y el 29 de noviembre, en Cali, defenderá su título. A diario se prepara en la sede de Steel Warrior o en Crossfit 321.
Pero cuando no está entrenando se dedica a la enseñanza. En la Fundación les da clases de natación a los niños. Dice que quiere retribuirles todo lo que hicieron por él, aún cuando les causó muchos problemas.
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