LA PATRIA I Manizales
Nicolás Lobatón Hurtado fue uno de los grandes jugadores que pasó por el Once Caldas en la década del 70.
Lobatón murió el lunes y el Club sintió en sus redes sociales: "Lamentamos el fallecimiento de Nicolás Lobatón, jugador del club en los años 1968 a 1974. Enviamos nuestro sentido pésame a sus familiares. Descanse en paz Manos palma contra palma".
"Un verdadero fenómeno este "morocho" de Buenaventura. Si hubiese nacido en el Brasil habría alcanzado la fama y el prestigio mundial gracias a su color. Con el balón lo sabía todo", cuenta Jorge Eduardo Toro "Caín" en la Historia del Fútbol de Caldas, publicado por LA PATRIA el 20 de junio de 1993.
Álvaro Galeano escribió sobre Lobatón en el portal Capsulas: "En el Once Caldas Lobatón tuvo como técnicos a Alfredo Cuezzo, de poca capacidad como tal, gran persona, buen cocinero, un papá con sus muchachos y su mayor preocupación era que "Chorizo" no se le volará. Otro fue Rogelio Muñiz, un exarquero de River Plate, sin mucho recorrido como técnico; además Pedro Anzaldo, exarquero ecuatoriano que había llegado como técnico al Bucaramanga y recaló en Manizales; pendenciero, algún día en el descanso de un partido se lío a trompadas con Esteban Beracoechea".
Dice el mismo periodista, "al terminar su fútbol volvió a la universidad y se graduó en una rama de la economía y años después radicó en Estados Unidos. Dirigió algunos equipos de la liga hispana en Queens y participó de espectaculares tertulias etílico-futboleras con Caliche Arango, Cristóbal Yotagrí, Edison Angulo, Luis Bolaño, Farid Perchi, pero su salud se deteriora y decide regresar a sus raíces, al puerto, a tomar la vida con más calma jugando dominó con los Alegria, chupando caña y alguna copa de mas. A la distancia sabemos de él".
Más datos
Nicolás Lobatón nació el 10 de septiembre de 1944 en Buenaventura (Valle del Cauca) y murió en Santa Marta a causa de una embolia cerebral.
Otro concepto
El periodista Germán Ríos Martínez habló de Lobatón en su muro de Facebook: "Para muchos aficionados, Lobatón fue lo más grande en pasar por el blanco de Manizales; su fútbol exquisito, su gambeta endiablada, su tranco largo, su magia impredecible, su estilo desgarbado, sus medias en los tobillos, todo él estaba hecho para la retina del aficionado del Once Caldas. Dispuesto a sacrificar un resultado por un túnel, el ocho o la bicicleta, como las de Pipa, o el sombrero, como los de Arnulfo. Loba, lo dijimos hace poco, tenía una especie de imanes en sus canillas, porque tenía la propiedad de dormir el balón en sus piernas y engañar a los rivales sin irrespetarlos".
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