Morro Sancancio, abandonado e inseguro

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ESTEBAN GALLEGO

LA PATRIA | MANIZALES

El morro Sancancio, un lugar histórico de Manizales, permanece olvidado entre la maleza, el consumo de sustancias psicoactivas, la inseguridad y, según personas que lo transitan, la falta de visión sobre un terreno que bien podría ser aprovechado para el turismo, incluyendo el religioso.

Según investigaciones de Gonzalo Duque Escobar, docente de la Universidad Nacional sede Manizales, este cerro sirvió, hacia el año 1843, para que colonos que llegaron a estas tierras provenientes de Antioquia observaran la geografía que los rodeaba y asentaran allí sus primeros ranchos y algunos cultivos con los que sobrevivieron por algún tiempo.

Actividades

Terrenos de la cumbre del cerro pertenecen a la Arquidiócesis de Manizales y ha sido usada para actividades religiosas, en especial durante la Semana Santa, pues también hay un camino por donde se ubicaron estaciones del Viacrucis. Otras áreas son de particulares.

El acceso es libre hasta la cima. Algunas personas aprovechan estos espacios para subir y hacer ejercicio u observar, igual que los colonos, buena parte de la ciudad, el Nevado del Ruiz y el paisaje cafetero.

Lo que trajo el abandono

Comunidad cercana reclama a los dueños del lugar, así como a las autoridades municipales, el mantenimiento de este símbolo. Argumentan que la carretera está en muy malas condiciones, personas

inescrupulosas aprovechan el abandono para descargar allí escombros y basuras; además, dicen que en ocasiones se han presentado hurtos en esta zona y venta de estupefacientes.

“Empezamos a venir a caminar al morro cuando comenzó la pandemia (marzo de este año) para liberar nuestras mentes, pero es muy triste caminar por un sitio con tanta historia, con paisajes tan bonitos, y ver basuras por todo lado, personas consumiendo drogas o encontrar a algunos que prefieren dejar sus desechos en el suelo”, comenta una visitante del sitio, quien agrega: “La Policía sube cada cierto tiempo y realiza controles de seguridad. Sin embargo, cuando venimos procuramos dejar todos los elementos de valor en nuestras casas”.

Respuesta

El sacerdote Horacio Gómez Orozco, Director de los Museos de Arte Sacro de la Arquidiócesis de Manizales, explicó que hasta el año pasado se habían reunido en varias ocasiones con los dueños mayoritarios del cerro y con entidades estatales como Corpocaldas y la Alcaldía. Sin embargo, aunque se han propuesto mejorar algunas características del lugar, la pandemia disminuyó posibles recursos y frenó las discusiones sobre el asunto.

“Hemos realizado estudios con los socios mayoritarios que tienen propiedad sobre los terrenos y, entre otras cosas, hemos visualizado propuestas como la construcción de un cable aéreo o de un mirador parecido al pabellón en guadua en el Recinto del Pensamiento; así como el trabajo con Corpocaldas para sembrar un tipo de flora que amarre el suelo y que evite, como sucedió en años anteriores, los deslizamientos en algunas zonas del cerro que puedan afectar a los barrios aledaños”.

Por su parte, el secretario de Medio Ambiente de Manizales explicó que, al ser predios privados, esta entidad no tiene responsabilidades con aquellas prácticas indebidas en términos ambientales, tales como la acumulación de escombros en la vía.