Brigada de limpieza en Cámbulos

Diana Lorena Gutiérrez

LA PATRIA | MANIZALES

Ocho habitantes de calle fueron sacados del puente de Los Cámbulos en la vía Panamericana ayer en la mañana.

El operativo comenzó a las 7:00 a.m., con la inspección del lugar para identificarlos, luego de que DENUNCIE publicó el 15 de enero la preocupación de la comunidad por la presencia de cerca de 30 personas durmiendo bajo el puente.

En el sector se quejan de atracos y consumo de alucinógenos. Lo confirmó ese día William Cárdenas, quien manifestó que llevaba siete años durmiendo y consumiendo allí.

La secretaria de Gobierno, Patricia del Pilar Ruiz Vera, se comprometió en controlar la situación. Por eso, ayer la Unidad de Protección a la Vida (UPV) llegó al lugar con el fin de prestarles el servicio de autocuidado y asesoría psicológica.

Según Carlos Méndez, coordinador de la UPV, se les brindó la alternativa para comenzar un proceso de desintoxicación, el cual consiste en conseguirles cita médica y remisión al psiquiatra. "Lamentablemente ninguno quiso aceptar la ayuda y todos volvieron a las calles", contó Méndez.

Por consumo

El operativo duró tres horas. Primero sacaron a las personas que a esa hora estaban en el sitio, los llevaron a la estación de Policía de San José, donde los bañaron y les dieron desayuno. Mientras tanto operarios de Emas limpiaban el lugar. Había colchones, cuadros, bicicletas, ropa y mucha basura. Según Humberto Posada, gerente técnico de Emas, el material fue llevado al relleno sanitario.

La trabajadora social de la UPV que estuvo en el operativo, Carmenza Cardona, contó que desde el 2016 ninguna de las mujeres que han encontrado en la calle se han acogido a un proceso de desintoxicación. "Hemos sacado de las calles a unas 10 mujeres, dos de ellas con varios embarazos. No entienden que lo que buscamos es cuidar su integridad y la de sus bebés".

Paula Fernanda Agudelo, psicóloga de la UPV, dijo que la mayoría de veces los habitantes de calle no colaboran y que los recursos para ayudarles son pocos. "El tema de salud mental es preocupante, pues cada vez inician el consumo en edades más tempranas".

Más vigilancia

Según el inspector noveno de Policía, Germán Alfonso Vásquez, quien estuvo en el operativo, el lugar está invadido porque es muy fácil entrar. "Ya están deforestando y hay camino a la quebrada y mucha basura. Deberían hacer una obra que impida el acceso al puente". Sobre esto, el director encargado del del Invías en Caldas, Julio Guevara, dijo que el puente no se puede cerrar ya que debe ser inspeccionado. "Hacerle muros es hacerles apartamento a los habitantes de calles y si ponemos alambres de púas los rompen. La solución es vigilancia permanente".

Busque ayuda

Si es habitante de calle o conoce alguno puede buscar ayuda o asesoría en la línea 8804306 de la UPV.

Fotos | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA

A las 7:00 a.m. funcionarios de la Unidad de Protección a la Vida y de Emas, en compañía de la Policía, ingresaron al lugar.

Una de estas mujeres lleva varios años durmiendo bajo este puente. Allí se embarazó dos veces. Su último hijo nació hace ocho días. Con ayuda de la UPV fue operada para no tener más hijos y le están tratando un virus por transmisión sexual. A pesar de que ha estado interna en San Isidro y en la San Juan de Dios ayer ya estaba de nuevo bajo el puente. Por el consumo de bazuco ya tiene daño cognitivo.

El lugar estaba lleno de escombros. Emas limpió hasta donde los operarios pudieron ingresar.

De la inspección de San José, donde opera la UPV salieron bañados. Esta pareja aseguró estar durmiendo allí porque no les abrieron en sus casas.