El agua para un nuevo chocolate

Nuevo libro de Laura Esquivel

Retomar las riendas de la existencia. Técnica de guión cinematográfico. El libro más reciente de la mexicana Laura Esquivel se aleja de la ficción. Consejos desde su experiencia, para pensar la vida. Reflexiones.

Mónica Quintero
COLPRENSA | LA PATRIA

El nombre de Laura Esquivel está ligado a su obra Como agua para chocolate, novela de amor que apareció en 1989 y aún permanece en la memoria de lectores y cinéfilos. Esta que se cocinó con recetas parece su obra inolvidable, teniendo en cuenta que después aparecieron: La ley del amor (1995), Íntimas suculencias (1998), Estrellita marinera (1999), El libro de las emociones (2000), Tan veloz como el deseo (2001) y Malinche (2004).
En su nuevo libro Escribiendo la nueva historia o cómo dejar de ser víctima en doce lecciones, no está la ficción, aunque permanece la estructura escrita, tanto para literatura como para cine. Un tono más intimista, más reflexivo, más consejero. No es autoayuda, dice ella, pero tiene esa idea de guiar, de pensar en una vida mejor. En esta nueva obra aparece una Laura diferente. Aquí no hay ingredientes, ni mezclas. El amor es distinto.

- ¿Por qué hay que escribir una nueva historia?
A veces estamos acostumbrados a vivir las historias que otros escriben por nosotros, desde los gobernantes hasta la familia, y si no hacemos nada estamos condenados a seguir repitiendo el mismo guión de nuestras vidas, con el mismo resultado. Solo podemos cambiar esta situación al decidir ser los protagonistas de nuestra historia y llevarla a lo que deseamos.

- ¿El arte es fundamental para hacer un mundo mejor?
Sí, considero que estamos acostumbrados a vivir historias trágicas, de violencia, de muerte, de traición, de desamor e infelicidad, pero el arte es una herramienta muy poderosa para cambiar radicalmente todo esto, porque no necesitamos solo un cambio a nivel social, político y económico, sino un cambio profundo del ser humano, en su dimensión más íntima, personal y espiritual, para lo que el cine, la literatura y las artes son indispensables.

- ¿Qué hay que cambiar?
Las historias de dolor y sufrimiento que parecen estar en todos lados: en cada país, en cada barrio, en cada familia.

- Este es un estilo diferente al que se le conoce ¿Qué la llevó al cambio?
No es una novela, pero se relaciona con lo que he escrito. En Como agua para chocolate la protagonista, Tita, decide dejar de ser víctima de una tradición familiar castrante que le niega el derecho al amor y a la felicidad, decide romper con ese esquema, transformarlo y ser la protagonista de su vida, para que no tenga que seguirse repitiendo la misma historia.

- ¿Cómo define su nuevo trabajo, el título lo remite a uno a autoayuda?
No es autoayuda. Es un trabajo de dramaturgia principal, basado en las herramientas de la tragedia clásica griega, que también son la base del guionismo cinematográfico.

- ¿Qué ha pasado con la Laura guionista de cine?
He seguido escribiendo guiones, pero los tiempos en el cine son muy distintos y más complejos que con la literatura. De hecho, escribí el guión de mi novela Malinche, pero aún no ha salido la película.

- ¿Aún la cocina es la pieza más importante de la casa?
Totalmente. La cocina es un espacio de transformación espiritual muy importante. Ahí se realiza una verdadera alquimia, se brinda amor y a través de la comida pueden darse cambios personales muy importantes, como sucede con Tita en Como agua para chocolate. La cocina no solo es una pasión, sino que es prácticamente el único espacio que tiene para ser ella misma, expresar lo que siente, compartirlo con los demás.

- ¿Cuál es la nueva historia que está cocinando Laura?
Estoy trabajando en una novela protagonizada por una mujer policía de la Ciudad de México. El personaje me gusta mucho porque es la primera detective femenina en la literatura mexicana. Ella ha vivido en una sociedad marcada por el machismo, tanto en su casa como en el trabajo, ha padecido alcoholismo y viene de los estratos más bajos y desfavorecidos de la sociedad, además que ha tocado fondo al vivir violencia y humillaciones. Pero también es una mujer extraordinaria, con mucha fuerza, valentía, que no teme salir adelante y enfrentarse al mundo. Es una protagonista que vence sus propios miedos, tiene gran fuerza de voluntad, soluciona crímenes y tiene un auténtico deseo por luchar contra la injusticia.

Escritora
Nació en México D.F. En 1950. Estudió educación, teatro y creación dramática, y se especializó en teatro infantil. Cofundó el Taller de teatro y Literatura infantil, adscrito a la secretaría de Educación Pública de México.
Empezó escribiendo programas infantiles lo que la impulsó a la escritura de guiones para cine. Su máximo éxito comercial es Como agua para chocolate, llevada al cine en 1992 por el director Alfonso Arau.