Fernando-Alonso Ramírez
LA PATRIA|Manizales
Picarle la lengua a Carolina Andújar es fácil. Solo es hablarle de literatura y esto termina en tertulia. Le recomendé leer a Octavio Escobar, escritor manizaleño, ella me sugirió a Beth Fantaskey, escritora de historias de vampiros.
Por estos días se conmemoran los 100 años de la Primera Guerra Mundial y resulta muy interesante cómo Pie de Bruja, su más reciente novela, recreada en finales del siglo XIX en el imperio Austro-Húngaro retrata muy bien la lucha de castas y fronteras de entonces, que de alguna manera devino en esa matanza en Europa entre 1914 y 1918.
¿Cómo lo hizo?
Cogiendo libros y leyéndolos, resaltando datos interesantes, pero no muchos, porque en la ficción es importante que prime la historia inventada, para que no sienta el lector que está estudiando. Geografía, topografía, política están ahí, pero muy sutil.
Y sobre la situación de la mujer, mal vista si tenía iniciativa.
Hay que ponerlo de todos modos atrasadito, porque ni modo hacerlos tan liberadas como uno quisiera.
Franca
Su desparpajo para hablar está lleno de franqueza, la misma que se parece mucho a la que muestran las protagonistas de sus novelas.
No podía quedarme sin reclamarle: ¿por qué hace que Ava, esa bruja blanca llena de bondad, al final se desquite de una mortal como Wilhelma, la niñita mimada que le hacía matoneo por aquello de que no era como las demás?
"Se la tenía jurada a Wilhelma. Ava no es tan pegada a la ética como Martina o Emilia -las protagonistas de sus dos anteriores novelas-, ellas quieren ser más buenecitas. Ava no tiene problema en sacarse la espinita. Ella se disfruta sus pequeñas venganzas. Es un personaje muy travieso, creo yo".
Tan traviesa como Carolina, quien sabe que en el mundo de los escritores muchos no la toman en serio, mientras que en otros la han hasta perseguido por escribir de estos temas, pero ella no sufre por eso. Claro, se desquita en sus libros, tal como lo hace con la comunidad puritana de la pequeña aldea de Dobro en la que se desenvuelve la historia. "Esos es que me caen gordos a mí personalmente. Ahí estoy sacándome mi espinita personal, porque me he sentido bastante perseguida en Colombia por los protestantes".
El malo bueno
Los vampiros de las dos primeras novelas de Carolina eran la encarnación del tradicional chupasangre malo, pero en Pie de Bruja sorprende con un licántropo víctima y no victimario. "Los vampiros de mis anteriores novelas practican rituales satánicos, son a la vez vampiros y brujos, pero también hay una parte del ser humano que es su poder natural como en este caso es un strigoi. No es alguien que buscó su poder, sino que lo tiene. Muchas personas sí tienen ese lado espiritual muy fuerte".
De alguna manera, Pie de Bruja es la historia de la exclusión, del maltrato al diferente, de la opresión de las minorías, como el pueblo magiar. "No todo lector es profundo y no quiere decir que un libro va a influir en el sentido ético de la gente. De todas maneras sí queda expresada la discriminación con base en tu raza, país, en este caso de la que eran víctimas los serbios por las demás naciones dominantes, y eso sigue siendo así un poquito. Europa se resiste al cambio. La xenofobia es muy dura y los países tienen rivalidades muy fuertes. Me sorprendió que los serbios y los húngaros siguen teniendo tensiones. Aquí, en Latinoamérica, no tenemos eso".
Pasión y ficción
Muchos se preguntan cómo esta chica toda gótica escribe esas historias en donde está como telón de fondo la fuerza del amor, aunque esto puede sonar muy cursi para muchos.
Hasta para mí.
Por ejemplo, ¿Pero cómo hace para recrear esa historia tan vívida de una pareja que se ama?
He sido de sentimientos muy intensos y profundos en cuanto al amor. Yo me he enamorado muy intensa y apasionadamente.
¿Y hay mucho de eso allí?
Sí, pero las tres novelas tienen mucho de ficción. Yo no he vivido tampoco esas circunstancias de los personajes de las historias que hacen que un amor perdure, se solidifique, crezca, porque son personas extraordinarias. Nosotros tenemos relaciones comunes y corrientes, pero sí me gusta mucho cómo una historia de amor poderosa enriquece la ficción. Disfruto mucho leer lindas, poderosas y grandes historias de amor. Y me gusta que las mías también sean así. Yo sé, por mi experiencia lectora, cómo atrapa eso, y para mí es un placer narrarlo, porque me enamoro mucho del personaje, me meto mucho en la novela. Poner ese amor, los dramas y los conflictos y las resoluciones es lindo, es chévere.
El riesgo
El escritor que le recomendé, cuando me vio leyendo Pie de Bruja, me dijo que era muy bueno que hubiera autores jóvenes colombianos proponiendo temas diferentes. "Qué bueno que conozcas un escritor a quien le parezca chévere que otros escritores se salgan de la norma. A mí todavía me mandan mensajes aburridores de -favor poner voz de intelectual de universidad estrato 16, porque así lo hizo Carolina-: 'tú deberías reflejar la problemática social, porque no eres responsable con el mundo'. 'Usted, Carolina, no refleja la problemática social y sus libros son para la gente hueca'. Entonces le digo, léete el libro. A mí me hace muy feliz que lo estén leyendo".
Viene una cuarta novela. Ya que esta nos la dejó en punta, con un misterioso vampiro que fue a la ceremonia ante la sociedad de casamiento entre Ava y Slaven. "Fue adrede, quiero una novela que cierre las cuatro. Como afortunadamente cada una se puede leer independiente, estoy trabajando en eso, tipo Star Wars. Estaba pensando en hacerla más nórdica y pensaba viajar. Vamos a ver cuándo tengo tiempo".
Luego hablamos más de literatura. Yo, entrometido, le doy algunas opiniones sobre las páginas de su libro. Ella, juiciosa, toma nota y, humilde, dice que sigue aprendiendo. Luego sale a fumarse un cigarrillo. Qué bueno es hablar de literatura con alguien que lee y sobre todo con una valiente que publica y, como si fuera poco, que es un éxito en ventas. Se expone y tan tranquila recibe los vainazos de quienes cómodamente criticamos a quienes como ella asumen riesgos.
En frases
Del público más adulto que la lee:
"No es tanto como el adolescente, pero cuando lo hace se lo goza mucho. Les encanta, les gusta esa ambientación europea, más clásica y universal, se lo gozan, chévere".
De Stephenie Meyer:
"No tengo problema con su vampiro brillante, a mí me gustan los otros, y hay que reconocer que sin ella y sin la autora de Harry Potter, J.K.Rowling, los niños de ahora leerían muchísimo menos".
De escribir sobre las brujas colombianas:
"Mi hermana, Isa, con la que vivo, ella sí quiere hacer historias de brujas de acá, de duendes y a mí me parecen geniales, pero a mí me siguen llamando mucho la atención las leyendas de Europa oriental".
Quiere que sus libros lleguen al cine:
"Mucho, es como una gran esperanza. Que un director bueno que tenga recursos lo lleve al cine, aunque Pie de Bruja sería la más barata, porque es muy rural. Esta es más fácil de recrear. Sí quiero... sí quiero... Inclusive que alguien la coja y haga una versión latinoamericana, no tengo rollo con eso."
Hoy, en Fundadores
En la Librería Panamericana del Centro Comercial Fundadores Carolina Andújar firmará libros hoy, desde las 4:00 p.m.La preferida de los lectores colombianos hoy por hoy. Su más reciente libro fue éxito de ventas en la Feria del Libro de Bogotá. Ahora recorre el país para hablar con sus lectores. Tertulia.
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