Después del boom del sector minero energético, con altos precios del carbón, oro, ferroníquel y el petróleo. La situación hoy es otra. El sector alcanzó a representar en 2014 el 18% de los ingresos de la Nación, el 67% de las exportaciones, el 33% de la inversión extranjera directa y grandes inversiones en las regiones a través de las regalías.
No hay duda que este boom causó una “Enfermedad Holandesa”, fenómeno que ante el gran flujo de dólares típico de estas situaciones causa una revaluación y, si no se toman las medidas correctas, termina afectando el aparato productivo. Sería una torpeza decir que la solución está en no exportar los bienes en boom, o que el sector es el causante del rezago de la industria. El país ha debido reconocer la situación y mantener medidas que permitieran contrarrestar su efecto y plantear una industrialización mayor. Esto no sucedió.
En este escenario el sector debe entonces luchar y enfrentar sus retos estructurales, como dar certidumbre a la ejecución de proyectos estratégicos, destrabar el Código Minero y, en general, aumentar las inversiones, al tiempo que sufre una alta sensibilidad pública antiextractiva.
El trabajo conjunto entre la Andi y el MinMinas ha permitido identificar la urgente necesidad de reforzar la institucionalidad, culminar la consolidación de la Agencia Nacional de Minería y de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, maximizar la tarea de formalización, y muy importante, buscar urgentemente alternativas que permitan contar con costos de energía que permitan desarrollar una política industrial competitiva moderna, al tiempo que se creen mecanismos que garanticen la confiabilidad del sistema y la certidumbre legal de los inversionistas del mismo.
En ese contexto se creó el Comité 20/20 para el desarrollo de la cadena minero energética en el que se han avanzado en temas como:
- Conformación de la Mesa Técnica para fomentar la eficiencia energética a la cual se presentaron 25 proyectos por $82.000 millones, identificando proyectos que tienen posibilidad de acceder a incentivos tributarios y líneas de crédito en Bancoldex y Findeter.
- Ley 1715 de 2014 y Decreto 2469 de 2014 que permiten la venta de excedentes de energía de plantas de autogeneración que pueden representar el 3% de la demanda total de energía eléctrica.
- Decreto 2492 de 2014 que fomenta la respuesta de la demanda, a través de la implementación de tarifas horarias de energía.
- Artículo en el PND para que la contribución especial de alumbrado público tenga un tope definido técnicamente por el MinMinas, y se establezcan criterios objetivos para su cobro.
- Proceso de concertación para revisar la metodología de aumentos en el gas natural en la Costa Caribe.
- Formulación de una solución para Electricaribe.
Quedan por desarrollar temas como corregir los cargos por confiabilidad para autogeneradores y la construcción de un modelo energético que contribuya a la competitividad.
Lo cierto es que el Ministro Tomás González ha privilegiado la concertación y trabajo estratégico con el sector privado y los actores de la cadena, construyendo un escenario en procura de la competitividad que seguro redundará en bien del país.
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