Uno puede mirar la vida simplemente como el correr de días y horas que son eslabón de una larga cadena o bien saber mirar con asombro la cantidad de buenas obras, estupendas razones para vivir y magníficas oportunidades de mejorar a nivel personal y social.
Este fin de mes en este día 30 de enero registra hechos que me parece conviene resaltar y que tienen como protagonistas a hombres de fuerte ejemplo: el Mahatma Gandhi y el padre Matías Abad.
Fray Matías Abad nació en España y murió el 30 de enero de 1649 en Urabá, Colombia; Gandhi nació en la India y muere en Nueva Delhi en 1948; en honor a la verdad se debe resaltar que ambos fueron hombres de intensa fe y fueron matados por sostener una causa de vida que defendían con amor.
Fray Matías llegó a Colombia siendo aún laico y trabajó en la minería durante un tiempo pero la maduración de su vida y el palpar la lucha de los pobres sobre todo en la Costa Norte y Pacífica colombiana le decidió a hacerse franciscano y dedicar su existencia a evangelizar dando a conocer el Evangelio de Jesús de Nazareth; laboró varios años en la Costa Pacífica, región del Chocó y al dirigirse con el padre Miguel Romero de la comunidad de San Juan de Dios hacia Urabá fue detenido por una violenta tribu y ambos perdieron la vida por acción de las lanzas que clavaron en sus cuerpos; la razón central estaba radicada en el hecho de que estos Padres mostraban afecto hacia otras tribus enemigas de los urabaes.
Los cuerpos de ambos fueron sepultados en Cartagena y sus restos se conservaron más de dos siglos en el Templo-convento de San Francisco con la lanza como recuerdo del día en el cual entregaron sus vidas como ofrendas de amor por los habitantes de nuestras costas colombianas.
Gandhi se hizo conocido por su acción de cohesión de la población hindú en torno a la búsqueda de la independencia pero con el acento en la no violencia, de la mínima acción armada en una lucha que fue más moral y grupal -masiva que de lucha con derramamiento de sangre rival.
Ambos murieron o mejor dieron la vida por una causa de amor un 30 de enero: Matías en 1649 y Gandhi en 1948; ambos son para nosotros un ejemplo de entrega de la existencia por el bien de todos en búsqueda de la paz.
En este Año de la Fe y en esta búsqueda del proceso de paz me parece útil recordar estas vidas de entrega; Gandhi llegó a decir: "en el sentido habitual de la palabra, el ejemplo de la vida de Cristo es uno de los sentidos de mi fe en la no violencia"; "la fuerza de un hombre y de un pueblo está en la no violencia"; "hagan la prueba"; "yo me siento incapaz de odiar gracias a una larga disciplina basada principalmente en la oración que me lleva a amar a todos".
Buenos recuerdos terminando este mes que nos abre una puerta optimista para el comienzo de otro mes que debe ser para construir Paz en el amor y la justicia.
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