Tengo envidia, y esta vez no es de la Costa, es de los paisas

La clave de la competitividad de un país está en lo que hagan sus regiones. Por este motivo es tan importante lo que Caldas pueda hacer en los próximos 5 años, pues de esto dependerá el aprovechamiento de la nueva internacionalización que está viviendo la economía colombiana.

Después de un buen estado de los elementos transversales que determinan la competitividad (infraestructura, logística, costos de producción, estructura tributaria, entre otras), la prosperidad de un país depende fundamentalmente de las políticas regionales.

Basta ver el claro ejemplo de Antioquia para darse cuenta que con una adecuada coordinación regional se pueden alcanzar grandes cosas en materia de una verdadera transformación productiva.

Los paisas han sabido hacer lo que se denomina una "política industrial regional". Este trabajo ha sido reconocido y bien analizado por un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Antioquia (Desempeño exportador de Antioquia y marco institucional para su desarrollo: el papel de la Mipyme; Mesa y Pérez; 2011). a

La principal conclusión de dicho texto es que el desempeño exportador antioqueño no viene del azar ni de una afortunada dotación de factores. Por el contrario, la vocación exportadora de este departamento radica en la capacidad de coordinación de sus dirigentes, que se ha traducido en un marco institucional que propicia las exportaciones.

Primero que todo, el estudio permite analizar que parte importante de la tarea de Antioquia ha radicado en el trabajo con las pequeñas y medianas empresas. No debemos olvidar que son estas compañías quienes representan más del 80% del PIB y el empleo del país.

Antioquia ha desarrollado una fuerte red de cooperación entre academia, proveedores de servicios e instituciones públicas para mejorar el entorno empresarial.

Por ejemplo, en el 2005 los paisas crearon "Medellín, Ciudad Cluster". Un cluster es una concentración geográfica de empresas que se complementan para hacer más eficiente un sector económico.

En este proyecto, Antioquia busca identificar sectores con alto potencial para convertirlos en clusters. Allí interactúan todas las autoridades, desde la Alcaldía de Medellín, la Cámara de Comercio, los gremios (grandes y chiquitos) e instituciones de educación superior. Gracias a esta política, Antioquia cuenta con varios clusters, entre ellos textil/confección diseño y moda; turismo de negocios; ferias y convenciones; servicios de medicina y odontología, y recientemente tecnología, información y comunicación.

Nada más, el cluster de confecciones, compuesto en un 99 % por pequeñas y medianas empresas, genera el 4,2 % del PIB antioqueño, representa el 23 % del PIB industrial de la región y exporta 550 millones de dólares. No es de extrañar pues que entre las 11 compañías más exportadoras de Antioquia, 3 pertenezcan al sector textil-confección.

Vale también la pena mirar el cluster de servicios de Medicina y Odontología. Este sector, gracias a la buena formación académica de médicos y odontólogos, ha hecho que Medellín sea considerada mundialmente como una verdadera opción para procedimientos médicos de diversas clases. La relación costo-beneficio de estas intervenciones es superior a la de gran parte del mundo.

También, Acopi (el gremio de las pequeñas y medianas empresas) viene trabajando en una iniciativa dirigida al mejoramiento de la productividad de las pequeñas compañías. El programa realiza asesoría para mejoras de procesos al interior de las empresas.

Con todos estos elementos mencionados, no es extraño pues que Antioquia sea el departamento del país que más "jugo" le ha sacado al TLC con EE.UU.; 108 nuevas empresas exportando y 48 nuevos productos exportados desde que comenzó el tratado. Mucho más que departamentos como Bolívar o Atlántico, que claramente tienen mejores condiciones geográficas. Esto demuestra que lo fundamental para ser exitosos en materia de exportaciones es la clase empresarial y la capacidad que tenga esta para trabajar de manera coordinada.

Mientras esto sucede, en Caldas apenas 2 nuevas empresas han exportado a EE.UU. y no se ha descubierto ningún nuevo producto para venderle al país del norte.

Sin desconocer lo que ya se ha venido haciendo, no veo razón por la cual Caldas no pueda imitar las buenas prácticas de otras regiones.

He ahí la gran responsabilidad de la clase dirigente para lograr una mayor articulación regional y tener apuestas productivas verdaderamente claras.