Lo que está pasando con el señor Edward Snowden está dando y dará mucho de qué hablar. Entre otras, por un lado se puede comentar lo que está pasando en el mundo por efecto de los avances de las comunicaciones con sus redes sociales y, por el otro, que se sigue imponiendo la ley del más fuerte.
En estos momentos no se sabe a ciencia cierta dónde está Snowden. Personaje americano que trabajaba como consultor tecnológico estadounidense en la cuestionada Agencia Central de Inteligencia (CIA) y que no hace muchos días hizo públicos unos documentos clasificados como de alto secreto por parte del gobierno estadounidense. Documentos en los que se mostraba cómo el gobierno americano espiaba no solo al pueblo norteamericano sino también a otros países incluyendo los que se consideran como sus aliados o amigos. Al parecer Snowden se encuentra escondido en una sala de tránsito del aeropuerto de Moscú -aunque nadie ha podido verlo-, mientras decide para dónde se va y cómo puede salir de Rusia.
El "imperio" ha manifestado claramente su interés en que este señor sea repatriado a los Estados Unidos, y como no tiene firmado un tratado de extradición con Rusia, no lo puede pedir en extradición. Mientras se resuelve este asunto, ocurrió un hecho insólito que fue vivido por Evo Morales presidente de Bolivia en su regreso hacia su país en el avión presidencial, porque algunos países europeos muertos del miedo de los Estados Unidos, no lo dejaron aterrizar en una escala técnica, por temor de que Snowden viajara en ese avión.
Con Snowden está saliendo a la luz pública lo que pasa en el mundo con las interceptaciones telefónicas, de los correos electrónicos y de las redes sociales. Tema que se vivió en nuestro país con el expresidente Uribe. No tengo ninguna duda que esas interceptaciones han existido desde hace muchos años, pero con Uribe se volvieron famosas porque al parecer en su gobierno sirvieron, entre otras, para espiar a sus enemigos. Por esa razón, muchos funcionarios públicos fueron a parar a la cárcel, y finalmente sirvió para liquidar al DAS.
No solo los gringos y los colombianos están abusando de las interceptaciones, creo que eso se da en todos los países. Lo que pasa es que Snowden se encargó de mostrar lo que están haciendo los americanos y ahora todos los países, incluidos los europeos -aquellos que no dejaron aterrizar a Evo-, se están rasgando las vestiduras. Lo que pasa es que si a este espionaje que están haciendo tanto los gobiernos como los particulares no se le pone control, se perderá totalmente la privacidad de las personas.
Conseguir un aparato que pueda escuchar lo que habla por un celular otra persona o conocer los correos de los demás, es más fácil de lo que se piensa. Una muestra de lo que puede pasar es lo que sucede con el manejo de las cuentas bancarias por Internet, que siendo uno de los grandes avances del mundo moderno, también es uno de los grandes retos de este sector. Permanentemente aparecen hackers que se meten a la cuentas de los clientes. El caso Snowden mostró también las discriminaciones de las que somos objeto los tercermundistas por parte de los países desarrollados, pero hay que anotar que también nosotros somos discriminadores entre nosotros mismos. Por ejemplo en la modalidad de pago de los conductores de vehículos de servicio público con su cuestionada guerra del centavo, o con el trato que reciben las empleadas del servicio doméstico. Pero eso es tema para otro comentario.
Esperemos pues a ver qué pasa con el señor Snowden, a dónde va a parar, y que todo esto sirva para ver cómo se van a controlar las interceptaciones telefónicas y se puede preservar la privacidad de las personas.
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