La semana pasada el importante diario económico, The Wall Street Journal, hizo una significativa mención sobre la economía colombiana, el artículo se tituló: Colombia y Perú: "Los nuevos tigres" latinoamericanos. Llamaron positivamente mi atención los términos del artículo ya que reconoce en nuestro país una dinámica expansión económica movilizada por un talento humano joven y una clase media que ha impulsado sectores como el minorista, agrícola, manufacturero, de comunicaciones, vivienda, turismo, transporte, entre otros. Habla el artículo de unos países, Colombia y Perú, con monedas sólidas y estables, con inflación controlada y calificaciones de crédito mejores a las de los países vecinos, con gobiernos ocupados de la confianza inversionista y algo que realmente me sorprendió, con un grado de inversión según Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s a la par de Brasil y México y algunos países europeos, solo Chile se ubica por encima en la región. El año pasado, Colombia creció 5,9% y para 2012 se espera que el PIB de Colombia se expanda 4,7%, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Leer la publicación me emocionó mucho y me cuestionó sobre cuáles son las regiones que dentro del territorio colombiano se están quedando con el crecimiento y por supuesto interrogándome cómo estamos en Manizales y Caldas haciendo parte de esta expansión económica. Estuve revisando datos de competitividad Departamental, en primera instancia, encontrando como siempre que las cifras oficiales resultan desactualizadas, el último escalafón oficial medido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe - Cepal es de 2009. Sin embargo en mi opinión funciona, ya que lo que encontré se parece mucho a lo que actualmente se observa.
Los factores que mide este Índice de Competitividad son: Fortaleza de la economía, Capital humano, Infraestructura, Ciencia y tecnología y Finanzas y gestión pública. El estudio considera una estructura comparativa interna, tomando la región de mejor desempeño, en este caso Bogotá como el líder, otorgándole una calificación de 100%. El segundo puesto está ocupado por Antioquia con 70,8% -Casi 30 puntos de diferencia con el primero-, Valle con 64,4%, Santander con 63,4 % y en el quinto lugar está Atlántico con 60,2%. Sin importar la fecha del estudio se puede considerar que son realmente los primeros cinco departamentos enunciados los principales movilizadores de este crecimiento. Considera la Cepal, que es Antioquia el departamento que mejor esfuerzo ha realizado en la consolidación de su liderazgo en la década que se analiza. Caldas está ubicado en el puesto número siete, con un puntaje de 56,8%, parecería que el lugar no resulta tan malo, recordando por supuesto que es un comparativo interno del país. En la última medición del Informe de Competitividad Global 2011-2012 del Foro Económico Mundial Colombia ocupa el puesto 68 entre 142 naciones.
Demos una mirada desde el PIB, el cual es una medida del valor de la actividad económica de un territorio, que resume el valor de todos los bienes y servicios finales que se producen dentro de sus fronteras durante un período de tiempo. El crecimiento económico está asociado con el aumento del PIB. Los últimos datos oficiales que se tienen de esta medida otorgados por el DANE, son los de 2010, con un valor total de $543.747 miles de millones de pesos, a precios corrientes. Las participaciones departamentales fueron: Bogotá 25,4%, seguido por Antioquia con 13,2% -Nuevamente hay una importante diferencia entre primero y segundo-, Valle del Cauca con 10%, Santander con 7,3%, Cundinamarca con 5% y Meta con 4,2%. Estos representan el 65,1% de la economía nacional; se queda por fuera con respecto al escalafón de competitividad, Atlántico con un aporte de 3,8% y el dato para Caldas es de 1,6%. Es impresionante ver cómo los primeros cinco departamentos se quedan con más del 50% del PIB del país. ¿Qué reflexiones le generan estas cifras?, ¿qué acciones debemos emprender pensando en fortalecer nuestra economía?, ¿qué pasaría con un tamaño de mercado comprendido por Caldas, Risaralda y Quindío?, ¿hemos pensado en los efectos económicos para las regiones del exagerado centralismo de nuestro país?
Es necesario reconocer que en los territorios ubicados en los primeros puestos tienen factores económicos favorables, pero también que se han preocupado por definir planes estratégicos y competitivos regionales, con participación ciudadana, empresarial y estatal, ubicando las regiones en el contexto nacional e internacional, tomando decisiones sobre sus sectores productivos, creando una visión compartida de desarrollo, un norte común de actuación. Los éxitos en este tema solo se logran con la organización y movilización de los actores locales y regionales. Valdría la pena revisar qué podemos aprender de ellos y qué nuevas acciones podemos emprender y decidirnos colectivamente, sociedad civil, líderes públicos y privados, a hacer parte de esta expansión económica.
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