Los problemas de Ucrania no son solo políticos, también económicos. Es más, podría afirmarse que su tragedia económica es parte del origen de los problemas que hoy vuelven a poner al mundo al borde de una posible nueva guerra fría. Por tal motivo, vale la pena exponer las situaciones que en materia económica sufre este país europeo.
Ucrania está ubicada en Europa del Este y limita con Rusia por el mismo lado. Tiene una población cercana a los 44 millones de habitantes, muy similar a la nuestra, pero el tamaño de su economía es casi la mitad. Es decir, un ucraniano promedio gana alrededor de US$7.400 (2013 est.)/año, mientras que el ingreso de cada colombiano es de US$11.000 (2013 est.)/año.
En cuanto al nivel de riesgo país, para ponerlo en contexto, es muy parecido al de Venezuela. Según las calificadoras de riesgo, son Ucrania y Venezuela los dos países más peligrosos para invertir.
Gracias a esta débil estructura económica y a una renuencia política a reformar, el país ha ido de tumbo en tumbo por los avatares de las crisis económicas. Veamos su historia reciente:
Fue miembro de la Unión Soviética y sufrió las penosas y trágicas consecuencias de pertenecer a este triste grupo de países dedicados a promover el comunismo. Tras la disolución de la Unión Soviética, comenzó su proceso de independencia y así el tránsito hacia una economía de mercado. Como los demás países exsoviéticos, estuvo ocho años en crisis. Posteriormente, en la década del 90 estuvo agobiado por la hiperinflación originada en los excesos de gasto para financiar al gobierno. En respuesta a esto, el Banco Central Ucraniano cambió su moneda y solucionó el problema.
En 1998 nuevamente cayó en crisis al verse contagiada por la crisis rusa de finales de siglo.
A comienzos de la década pasada se recuperó gracias al aumento en los precios del acero. Después, debido a la caída de estos mismos precios, volvió a entrar en dificultades. Tanto así que en 2009 la economía cayó 15%. Tuvieron que recurrir a líneas de crédito del Fondo Monetario Internacional, y los mercados desde entonces creen que en algún momento el país podría "hacer conejo" con su deuda soberana.
Los orígenes de esta debilidad económica, y por consiguiente de estos sucesos, son múltiples. Por ejemplo, en el caso de la energía, la principal compañía productora de gas es de propiedad estatal y lo vende a un cuarto de su precio real (cualquier parecido a la realidad vecina, es pura coincidencia). No en vano, y dadas las distorsiones que genera esta política, la inversión extranjera en el sector más importante para la economía ucraniana prácticamente se ha esfumado.
La corrupción, como buenos vecinos rusos, es tremenda. La informalidad es del 50%. El déficit en cuenta corriente (la diferencia entre exportaciones e importaciones) es peligrosamente alto y las reservas internacionales han caído de $40 mil a $12 mil millones de dólares en los últimos años.
Esta debilidad económica ha desatado una crisis política de tal calado que ha llevado a Ucrania a perder una parte importante de su soberanía a manos de un hábil pero peligroso jugador de la política internacional: Vladimir Putin.
La indiscutible sagacidad del líder ruso le ha permitido aprovecharse de esta situación para adueñarse de la península de Crimea. Fue el mismo Parlamento de Crimea quien pidió a Putin hacerlo a través de un referéndum el pasado 16 de marzo. Lo paradójico del asunto es que la decisión se tomó con una abrumadora aprobación popular del 97%.
Al parecer ya todo pasó, y muy seguramente nada pasará. Es decir, Rusia se sale con la suya, adueñándose de una importante parte de Ucrania, y poco le importarán las sanciones que impondrá Occidente.
Ahora Ucrania, con el apoyo de la comunidad internacional, deberá actuar para salir adelante. Como dijo recientemente el famoso economista Larry Summers, las reformas no serán fáciles y la participación de la comunidad internacional será crucial en este proceso. Menciona Summers que las reformas deberán contener grandes dosis de realismo político. Por ejemplo, eliminar los subsidios a la energía y crear una adecuada red de seguridad social. Sin embargo, acá el orden de los factores sí afecta el resultado, es decir, eliminar los subsidios sin antes tener una casi perfecta red de seguridad social sería un suicidio político para las intenciones reformistas.
No es fácil la tarea que le espera a este país que ha sufrido las consecuencias de su delicada ubicación geográfica entre Europa y Rusia. Se requerirá mucha creatividad a la hora de implementar nuevas políticas para que Ucrania salga de este berenjenal en el que está.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015