"Manizales es hoy en día, una ciudad que no ha entrado de lleno en la era de las urbes altamente industrializadas ni competitivas a nivel comercial. De paso a una ciudad como Pereira la ha aventajado de manera especial, tanto que la gran mayoría de los formatos tipo supermercado y grandes superficies tienen presencia en esa ciudad…".

De esta forma concluyó una firma consultora un estudio realizado en agosto de 2008 sobre el comercio en Manizales. Afortunadamente, hoy la historia es bien distinta. El arribo de grandes superficies como Almacenes Éxito, Panamericana y Homecenter, el anuncio oficial de Carrefour y el interés latente de Falabella por iniciar operaciones en la ciudad, son una muestra clara del desarrollo comercial que se ha venido presentando durante los últimos cinco años. Pese a ello, a Manizales siempre se le ha subestimado su capacidad de compra; en algún momento se llegó incluso a pensar que a la ciudad no le cabía una cadena de supermercados más, que el tamaño de "la torta" era uno solo, que el pequeño comerciante padecería ante la feroz competencia de las multinacionales, y que así las cosas, la entrada de estas grandes superficies quebraría el comercio en Manizales.

Pues bien, la historia ha sido otra. La entrada en operación de estos grandes jugadores, antes que confirmar las hipótesis ya mencionadas, se ha constituido en un estímulo para la economía local. De un lado ha generado un ambiente sano de competencia del cual el ciudadano del corriente se ha beneficiado enormemente al haber encontrado en ellos una oferta de productos más variada, de mejor calidad y a mejores precios, y de otro, ha incentivado de manera muy importante el consumo local. En otras palabras, y en contraposición a lo que en algún momento se creyó, la entrada de estas superficies sí ha servido para ampliar el tamaño de "la torta". Al menos así lo indica el último reporte de la firma de Consumometría Raddar, el cual indica que, con un consumo promedio por habitante de $1.618.043 el consumo en Manizales anda disparado. Tanto así que no solo triplica el promedio nacional, sino que además es el segundo más alto del país, siendo superado únicamente por Montería. Según este reporte, Manizales lidera el balance de compras y el promedio de consumo por persona entre las 13 principales regiones del país.

Este fenómeno, que seguramente obedece a factores generales como, por ejemplo, el buen momento de la economía y el descenso en el nivel de desempleo local, tiene una hipótesis particular: la apertura de las grandes superficies ha hecho menos atractivo para los manizaleños el comercio en Pereira. Y es que la firma que realizó el estudio citado en 2008 le preguntó a una muestra de la población las razones por las cuales comerciaba en Pereira, y entre las respuestas, encontró que más del 60% de los encuestados lo hacía para comprar en el Éxito, Carrefour y/o Homecenter. Así las cosas, las grandes superficies (y acompañadas, eso sí, de campañas del sector oficial por apoyar el comercio local) han servido para canalizar la fuga de capital que hasta hace poco se llevaba el comercio de Pereira.

Lo anterior conduce a concluir que el apoyo a estas cadenas es de relevante importancia. Su presencia, además de impulsar la economía y dinamizar el comercio le ha dado a la ciudad un tinte de urbe industrializada y competitiva, algo que hasta el 2008 era una justa crítica que se le hacía a la ciudad. La permanencia de los jugadores locales está garantizada si y solo se logran la eficiencia de las grandes superficies. Puertas abiertas para quienes vengan con altos estándares internacionales a ofrecer productos de buena calidad y a precios más competitivos.

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Tiempos difíciles se vienen en el ámbito económico. El descalabro fiscal de Grecia, España y ahora Italia sacudirá con fuerza los mercados internacionales. Quien tenga activos de alto riesgo o esté planeando nuevas inversiones deberá pensarlo bien. El apretón fiscal que planea el Gobierno con la reforma tributaria sumado a una difícil situación de los mercados internacionales pondrá en aprietos al sector privado y financiero. En momentos difíciles mejor es pisar con pies de plomo.