Al presidente Santos, solo le preocupa que el Congreso esté unido a su favor, de pronto para lograr su ansiada reelección. En la instalación del Congreso el pasado 20 de julio, su frase de combate fue: "Demostrémosles que estamos unidos". La dignidad del cargo que ostenta, parece que está brillando por su ausencia. Su frase parecía una súplica. Me pregunto: ¿Unidos para qué? ¿Para que sigan las pilatunas?, o simplemente unidos alrededor de la burocracia, clientelismo y errores cometidos. Se le olvida a nuestro presidente, que fue en su famosa "unidad", con el más estúpido y ciego unanimismo, donde se gestó el horror de la reforma a la justicia, con un ingenuo "chivo expiatorio!", el exministro de Justicia, quien ha sido hasta ahora el único damnificado.
Juan Manuel Santos demostró el 20 de julio, que es el gran abanderado del clientelismo y de la política tradicional. Le importa muy poco que nuestros ingresos tributarios hayan aumentado solamente el 3% mientras que el gasto público aumentó el 18%. No le interesa de dónde vamos a sacar ese faltante del 15%. Creo que posiblemente saldrá de las pensiones de los colombianos, muchas ganadas a ley, así como de los recortes al presupuesto de la pésima salud que tenemos, la cual está a punto de colapsar. Mientras tanto, nuestro valiente Ejército es maltratado por los indígenas del Cauca, teniendo que poner la otra mejilla para recibir el salivazo. Juan Manuel Santos quiere pasar a la historia, pero por su embriaguez de "diplomacia", quiere quedar bien con Dios y con el diablo. Tiene miedo de perder el cetro, ante un "recinto" que no lee las leyes que "firma!". Simplemente se arrodilló ante nuestros "padres de la patria", fue miedoso e incapaz de exigirle a nuestro Congreso respeto hacia el pueblo colombiano. Aunque, ¡cuál respeto, si él también nos ofende con algunas de sus decisiones!
El 20 de julio, Santos poco pensó en nuestra democracia y en la dignidad del país. No soy uribista, pero pese a los grandes abusos de su gobierno, añoro su temple y su valor civil. Con él, no hubiera pasado lo del Cauca. Allá, creo que muchos de los indígenas están aliados con la guerrilla, y no es racismo. El discurso de Santos fue recitado, pensando únicamente en su pellejo, protegiendo de paso sus aspiraciones y sus apuestas dejando atrás la mayor aspiración de todos los colombianos, la cual es "la nitidez política". Le importa más el clientelismo y su poca probable reelección.
En el discurso de Juan Manuel Santos no hubo indicios de querer apretarse la correa, no exhortó a nuestros congresistas, (con las excepciones ya conocidas), para derrotar sus viejas costumbres. Olvidó el Presidente que, nuestra neoplasia está aferrada a muchos de nuestros dirigentes políticos. Con la famosa reforma a la justicia se "descubrió" a Emilio Otero, por más de 20 años mimado de nuestro Congreso. Simplemente a los colombianos nos quedó claro que, el Congreso es la trinchera de las prebendas e intereses particulares. Colombia está "mamada" y descontenta con la usanza del poder. Tampoco saco en limpio a Álvaro Uribe, pues su reelección no fue tan transparente, eso lo confirma la Yidispolítica y sus dos mediocres exministros. No estoy delirando; a Santos solo le interesa que el Congreso esté unido alrededor de él. El 20 de julio pasado, en el recinto del Congreso no se escucharon reclamos a la rectitud, honradez y ética pública. Nosotros los colombianos estamos "jodidos", pero ellos... están unidos y seguiremos en las mismas. No leen las reformas que aprueban, pero simplemente están juntos; legislan con el apoyo del Ejecutivo para su propio bienestar.... pero seguirán unidos.
Emilio Otero, el hombre de los famosos 360 millones de sueldo al año, es un "jeque", todo por cuenta del silencio cómplice de los senadores, quienes siguen unidos. Ese es el simple mensaje mudo de nuestro Presidente, quien está dispuesto a convivir con nuestra política mediocre y ventajosa, manteniendo la famosa unidad nacional en "manguala" con nuestros padres de la patria, quienes han manifestado hasta la saciedad que sus propios intereses están por encima del interés nacional. En fin, ese fue el país que nos tocó. Esa unidad es simplemente basura.
P.D.: Funesta para la imagen nacional e internacional del blanco-blanco, la situación actual de uno de los miembros de su junta directiva, quien fue condenado por el juez Jairo Hugo Buriticá a cuatro años de cárcel en primera instancia, por peculado por apropiación. ¡Qué horror!
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