Cuando te ves como pobre te equivocas, ya que Dios te creó desde su riqueza y con el tesoro del amor.
Puedes carecer de cosas materiales, pero solo eres pobre cuando te ves como un miserable.
Cambia tu mirada y, oh sorpresa, cambia la realidad porque tu vida depende siempre de tu actitud.
Permite te lo muestro con una historia del rabino Bunan y su amigo Fishel, famoso por su don de sanación: Un día, después de haber quedado completamente ciego, el rabino Bunam fue a visitar a Fishel.
Este último lo recibió en su casa y le dijo: Confíate a mi cuidado y mis oraciones y recobrarás la vista. Gracias, respondió Bunam; eso no es necesario, así como estoy veo todo lo que necesito ver.
Una buena historia para recordar que la ceguera y la pobreza verdaderas solo están el alma.
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