Cuando leo ciertos críticos me burlo de su jerga y la imaginación febril de su Ego colosal.
Les comparto este sesudo comentario de un crítico musical español ante un concierto del Director inglés Simon Rattle:
"La lectura fue ligera de sonido, virtuosa y fresca en el segundo movimiento, de una emoción sosegada en el tercero.
Sin cargas filosóficas a lo Furtwängler, sin densidades sonoras a lo Thielemann.
Sin tendencias analíticas a lo Abbado, sin dominio estructural a lo Klemperer".
Claro, quiere jactarse de que conoce a otros cuatro directores a los que define en frases crípticas.
¿Imagina usted una música con cargas filosóficas, densidades sonoras o tendencias analíticas?
Da risa, pero así suelen ser casi todas las críticas de arte, saturadas de pendejadas y pedantería para descrestar.
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