Lars Von Trier ha hecho una película para sumergirse en un estado difícil de nombrar, pero cuyos ejes se parecen a esa sensación de estar y no ser. Estar en un territorio, digamos que ocupando un espacio, pertenecer a él como a una familia, sin embargo uno no está ahí porque su condición de individuo se ha diluido, se ha quedado en el limbo, entonces no se es. Y eso es lo que uno ve por más de dos horas en la película Melancolía. Dos personajes atan toda la trama, son dos hermanas, Justine, una mujer que contrae nupcias en una fiesta boyante, no obstante ella no está ahí, se ha esfumado, su humanidad flota y en apariencia todo es porque un planeta chocará con la tierra. Y Claire, una joven en aspecto más centrada, pero que también pronto dejará de ser.
El planeta Melancolía puede ser un elemento simbólico de una condición de incertidumbre de la humanidad. Incertidumbre, en el sentido de la contingencia, de la ausencia, de no contar con certezas. La película deja una serie de sinsabores en el espectador, lo preciosista de la imagen combinado con un estado inconmensurable, más esa temática de la destrucción se liga para hacer añicos a quien la ve.
Pero esa ha sido la constancia de un director que hace películas para hacer saltar de la silla a los espectadores, una vez fue mostrándonos cómo una mujer normal se confabula con unos idiotas y estos salen de su situación, en cambio ella queda así -Los Idiotas (1998)-, luego una más hizo sacarnos lágrimas y retorcernos de sensibilidad por el caso de una madre que sabe que su hija quedará ciega como ella y hará todo por evitarlo, esa película tuvo el nombre de Bailarina en la oscuridad (2000) y cada película que trae o nos envuelve en tramas psicológicas fuertes o como esta en un estado de parsimonia y al tiempo narcotizados por lo lento y magistral de la situación de unas mujeres apesadumbradas.
Mientras Justine se casa, en una fiesta de mucho prestigio ocurren hechos extraños, ella no solo tiene sexo con un tipo cualquiera, sino que se hace echar de su jefe, no le importan los invitados y la pomposa festividad e incluso el matrimonio muere en la propia celebración. Pero eso es apenas una pequeña muestra de los sucesos por venir.
Lars Von Trier parece ser un director salido de una constelación innombrable, cuando nos dejó ver esa compleja trama entablada de Dogville (2003) en la que una fugitiva se refugia en un pueblo, lo narrado parecía como nunca antes contado, además porque su astucia en la película es unir forma y fondo de modo excepcional. De modo que llegando a Melancolía uno no puede más que decir que ha estado congelado, que la humanidad, no importa si contrae nupcias, o vive en el campo, o está en la ciudad (en esta película ese sitio es como si no existiera) parece narcotizada, fruto de unas profundas situaciones que nos arremeten, y que andan a la espera de que algo fatídico suceda.
Un fin del mundo es la carga emocional para afectar a los personajes, pero no son todos, son dos, son ellas quienes padecen en su interior la proximidad de la terminación. En ellas se ha centrado el director para volvernos presas en una película que nos sacude desde adentro. El apocalipsis de Trier es tensionante, a veces asfixia y en otras ocasiones puede resultar tan trivial y desesperante, incomoda, intimida, pero en cualquier caso deleita. Es un fin del mundo contemplativo, el mundo se va a destruir, pero tenemos tiempo para detenernos, la melancolía se encuentra apoderada de Justine y Claire y al tiempo de quien presenciamos la película.
Lars Von Trier puede cometer disparates como decir en un festival de cine que aunque no fue un buen hombre entiende a Hitler y encender la polémica y luego retractarse. Desafortunados sus comentarios, pero ello no le quita el peso a una película que puede verse dispersa, fragmentada, contada en dos extraños capítulos. Sin embargo, la atmósfera recreada logra poner al espectador en un limbo, como lo es toda la película, eso sí con una estética para disfrutarla.
Año, país, duración: 2011, Dinamarca, 136 minutos.
Director y guión: Lars Von Trier
Música: Mikkel Maltha
Fotografía: Manuel Alberto Claro
Reparto: Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg, Kiefer Sutherland, Charlotte Rampling, Alexander Skarsgård, Stellan Skarsgård, Udo Kier, John Hurt, Brady Corbet, Cameron Spurr, Jesper Christensen
Coproductora: Coproducción Dinamarca-Alemania-Suecia; Zentropa Entertainments / Memfis Film / Slot Machine / Zentropa International Köln / BIM Distribuzione / Eurimages / Trollhättan Film AB / arte France Cinéma
Género: Drama. Ciencia ficción | Drama psicológico. Bodas
Premios 2011: Premios del Cine Europeo: Mejor película, fotografía y diseño de producción. 8 nominaciones. Festival de Cannes: Mejor actriz (Kirsten Dunst): Premios Cesar: Nominada a Mejor película extranjera. : Independent Spirit Awards: Nominada a Mejor película extranjera. Asociación de Críticos de Los Ángeles: Nominada a mejor actriz (Dunst). Premios Goya: Nominada a Mejor película europea. Nominada Premios David di Donatello: Mejor película de la Unión Europea
Página web: http://www.melancholiathemovie.com/
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