En mi columna pasada explicaba que es importante para los diseñadores de nuestro reinado tener en cuenta que las reinas son una oportunidad para mostrar y vender la cuidad, ya que los medios de comunicación las persiguen a todas partes.

Había expuesto los sitios del recorrido que yo, como ciudadano común y corriente, sugeriría. En estas líneas hablaré, basado en este planteamiento jerárquico, de qué vistas tacharía del periplo de las reinas.

Estuvieron ellas en cinco centros comerciales, creo que es demasiado, a pesar de ser visitas cortas y usualmente vinculadas a un almuerzo brindado por los comerciantes anfitriones que ayudan a reducir el costo de su estadía en la cuidad, pero creo que si ya se realizó la inversión grande no se deben escatimar gastos menores.

No veo la utilidad de tanta visita protocolaria, estuvieron en la Alcaldía, en la Gobernación e igualmente los concejales las exigieron por dos horas para ellos. No creo por ser ellos los principales patrocinadores del reinado deban acaparar a las reinas en vez de dejar que ellas sigan siendo el gancho para los medios y promover diferentes aspectos de la cuidad. Ellos, como delegados nuestros, no necesitan todo ese protagonismo.

Igualmente me opongo a la "descentralización" del Reinado. Este evento lo viene luchando Manizales por más de 42 años para tener que compartirlo, a cambio de nada, con los ariscos municipios vecinos. Paisaje, caficultura, trilladoras y abnegados cultivadores de café los tenemos igualmente en Manizales, no hay necesidad de ir a encontrarlos en Neira, Palestina o Villamaría. Ahora, si Manizales se debe comportar como capital del departamento de Caldas, antes que todo, se deberían llevar las reinas a Salamina a admirar su espectacular arquitectura y así sucesivamente cubrir, equitativamente, todo el departamento.

Tampoco veo con claridad esa alianza estratégica con el reducido Comité de Cafeteros. A todas luces son completamente incongruentes los "cuarto pilares" con que el locuaz profesor Yarumo, en nombre de la Federación Nacional Cafeteros, pretende promover la declaratoria del Patrimonio Cultural Cafetero. No creo que Manizales deba asumir un rol más protagónico del que asumen las otras capitales incluidas en esa declaratoria. Creo que el café, motivo de este reinado, está representado en esta bebida en sí, pero especialmente en el cultivador y no en sus transitorios emblemas publicitarios como la mula y su arriero, o esa fallida institución gremial. Este tema debe ser debatido a fondo para pactar unos beneficios, ya sea para el Reinado en forma de aportes específicos o para Manizales como municipio gestor.

Relataré otra anécdota que demuestra lo frágiles que son esos presuntos nuevos socios del Reinado. Orondo el alcalde de Palestina, vestido de poncho y sombrero aguadeño, siendo médico de profesión, declaró a las 23 candidatas al Reinado, embajadoras de su municipio. Estaba convencido el mandatario local de que con la entrega de una réplica en miniatura de una despulpadora, un folleto que ni siquiera tenía una traducción al inglés (estamos hablando de un reinado internacional) y una cajita de madera con confites, había puesto en marcha un plan de acción de promoción, ahora sí internacional. Ignora el bonachón alcalde que una embajada, para dar frutos, requiere de más que unas instrucciones del profe Yarumo y un recorrido en jeep por el pintoresco pueblito. También podría hablar de los desaciertos en Neira, pero me limitaré, ya que temo a ser tildado por gente miope, alérgica a ser criticada, de ultra manizaleño. No sé si al alcalde Rojas le metieron un gol con esto o tal vez fue un autogol lo que presencié en los municipios vecinos.

Durante la velada de coronación fue interrogada la representante de Colombia, oriunda de Quibdó, cuidad emplazada en la frontera donde termina la civilización occidental e inicia la milenaria selva, de cómo promovería la Feria de Manizales. Ella debería haber contestado de esta manera: "Queridos manizaleños inviten con cada reina foránea a un equipo de periodistas de ese país para que conozcan la Feria de Manizales y adquieran el compromiso de difundirla en su lugar de origen, y en vez de traer 23 niñas traigan solamente 15, pero con ese séquito especial". Deplorablemente la niña de preciosa y descomplicada sonrisa dio una típica respuesta de reina que la relegó, de nuevo, a un segundo puesto; lástima. Aprendamos de esta linda chocoana y demos la respuesta precisa en el momento preciso y no nos confiemos de nuestra belleza, olvidando que hay un buen numero de rivales tan lindas y ansiosas por ganar, como nosotros.

La Feria de Manizales ha evolucionado a través del tiempo. Todo empezó con las corridas de toros, se sumó la fiesta y unos años más tarde se implementó el Reinado Internacional del Café, esto demuestra que la Feria es algo vivo adaptable a las necesidades de la cuidad.