Trabajadores, universitarios y estudiantes de los últimos años de bachillerato también necesitan una lonchera, la razón es que muchas veces ocupan la hora del almuerzo o la comida para continuar con sus actividades.
Es claro que si omiten la lonchera estarán dejando de lado una de las comidas; sin embargo, no faltarán aquellos que aunque la consumen también llegan a casa y comen lo que les guardaron, incrementando así las calorías que dan como resultado sobrepeso u obesidad.
Para un almuerzo la lonchera cubre del 40% al 50 % de las calorías totales de un día , en un 20% la comida y en otro 20% la merienda.
Lo que se espera que contenga esta lonchera es que sea saludable, lo que implica una alimentación completa, equilibrada, suficiente y adecuada. Aunque también hay que tener en cuenta la ración y la cantidad según la edad, la actividad física, el estado fisiológico o si presenta alguna enfermedad.
Recordemos que el papel de la lonchera es suplir una comida del día y como tal debe aportar las calorías que cubran las necesidades nutricionales de macronutrientes: carbohidratos (arroz, papa, plátano), grasa (aceites que utilizamos para las preparaciones) y proteínas.
Los dos primeros suministran energía al cuerpo, el último, después de que el cuerpo termina su proceso de crecimiento, se encarga de mantener y restaurar los músculos y los tejidos; también se necesitan los micronutrientes como vitaminas y minerales (incluidos en frutas y verduras).
Una lonchera balanceada es aquella que incluye, al menos, una porción de los siguientes nutrientes:
1- Proteínas: carnes y sus derivados, mezclas vegetales o leguminosas en ensaladas.
2- Grasas: productos que dicen contener menos de 99% o 98% de grasa, como jamones o lácteos.
3- Calcio: leche y sus derivados como yogures y quesos, preferiblemente bajos en grasa.
4- Hierro: su propósito es evitar anemias. Carnes, vísceras, vegetales verdes y alimentos fortificados.
5- Vitaminas y minerales: en frutas y verduras, se pueden llevar enteras o en preparaciones como ensaladas, con aderezos naturales como limón, yogures y quesos.
6- Fibra: mejora problemas de la digestión y el colesterol. Aportan fibra las frutas, las verduras y los cereales.
Tenga en cuenta la manipulación e higiene de los alimentos: las carnes, los lácteos y sus derivados se consideran de alto riesgo porque tienen que estar refrigerados o consumirlos en las dos horas siguientes a la ruptura de la cadena de frío. Por lo tanto se recomienda adquirir productos ultrapasteurizados y empaquetados al vacío, que se conservan
mejor y tienen menos riesgos de deteriorarse y causar daños al consumirse.
* Nutricionista Dietista Clínica Universidad Nacional de Colombia y Educadora acreditada en diabetes.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015