Recorrer a pie el Camino del Inca es un sueño para muchos caminantes del mundo y digo del mundo porque son más los extranjeros que hacen la ruta que los mismos peruanos. Los planes que se ofrecen son los siguientes, todos llamados genéricamente Ruta del Inca: uno, de dos días, el normal, de cuatro días, otro, de cuatro días por la selva, uno, de cuatro días a Choquequirao y la ruta estrella de cinco días por Salkantay. A esta nos apuntamos.

Choquequirao es otra ciudadela inca, no tan grande como Machu Picchu, pero en algunos aspectos más interesante. Se encuentra en la misma zona, más metida dentro de la selva y de las montañas. No la conozco pero tengo muchas referencias en fotografías, folletos, libros y videos. Es una ciudadela espectacular. Espero que la vida me depare "un tiempito" para ir a visitarla.

Para la ruta del Inca, la normal de cuatro días, está calculado el número de personas o sea la capacidad de carga que llaman los ecólogos. Se entiende por tal la cantidad de personas que pueden visitar un lugar o transitar por un camino sin hacerle daño. Los ecólogos tienen métodos y elaboran estadísticas para hacer estos cálculos.

Nosotros escogimos la Ruta del Salkantay porque es menos concurrida, porque es más salvaje, porque es más dura y más larga y porque nos ofrece total contemplación del Salkantay, considerado como una de las montañas más bellas del mundo. Nos hicieron el "recojo" en el hotel en Cusco muy temprano. Ya expliqué que en Chile y Perú hablan del "recojo", como el acto de recoger y se usa como sustantivo. Como en castellano no hay sustantivo para el verbo recoger, que no sea recogimiento, nosotros en Colombia diríamos: nos recogieron en el hotel, ya que no tiene sentido decir: nos hicieron el recogimiento en el hotel. Los folletos de turismo dicen que en la ruta hay muchas especies de animales que los turistas pueden ver como cóndores y pumas. Obviamente este es un reclamo turístico de primer orden, pero es engañoso. Yo estoy ya, como decimos familiarmente, curado de espantos y sé que publicidades de ese tipo, aunque son ciertas, son sencillamente engañosas.

Son ciertas porque en efecto hay esos animales y son engañosas porque nunca se ven los animales. Se necesita tener muy buena suerte para lograrlo. Pero la publicidad funciona. En Colombia nuestro Parque Nacional Natural El Tuparro fue creado en 1977 como Territorio Faunístico; en verdad hay mucha fauna y en verdad no se la ve. Lo que sí es cierto es que es nuestro Parque más rico en ecosistemas, un verdadero patrimonio de la humanidad. ¿Cuántos pumas y cóndores vimos en los cinco días de marcha? Ninguno. Nuestro grupo, de nueve personas, estaba formado por alemanes, norteamericanos, daneses, eslovacos, suecos y nosotros dos, los colombianos. Un verdadero mosaico de idiomas y de nacionalidades, amén del guía y de los encargados de la cocina, de los caballos y de las carpas, todos ellos peruanos. ¿Cómo así? Sí, señor. Por primera vez en mi vida andariega, de caminante y escalador, no tuve que cargar morrales ni encargarme de la comida y de otros menesteres. Íbamos invitados, repito, y para "el trekking" Sas Travel y las agencias similares proveen todo. Realmente nos sentíamos gratamente extrañados cuando llegábamos a los lugares donde se montaban los campamentos y encontrábamos las carpas armadas, con carpa comedor aparte y con carpa baño aparte. Nos tenían a cada uno una palangana con agua caliente, y con toallita. Y en la carpa los "sleepings" y almohadas estaban listos.