CINE DE HOY Leonardo Pineda

leonardopinedatanaka@hotmail.com

Haré un pequeño paréntesis en mi muy aceptada Selección Pineda, para hablar de una película francesa que ya se puede conseguir. Para ello vale la pena recordar que Francia fue colaboradora de los nazis durante la segunda guerra mundial, los dirigentes de la época no sólo aceptaron la ocupación del Ejército alemán sino que ofrecieron entregar más de 25.000 judíos a los campos de concentración regados en Europa. El poder inimaginable de Hitler se alimentaba de las muertes y torturas de los que llamaban “indeseables” y a quienes les habían pegado una estrella de tela amarilla sobre el pecho para identificarlos de los demás. El 16 de julio de 1942 más de 4.500 hombres del ejército francés se tomaron los sectores judíos de París y lograron capturar más de 12.000 personas incluyendo jóvenes, ancianos y niños. Luego los encerraron en un velódromo en condiciones infrahumanas antes de llevarlos a campos de concentración para exterminarlos.

La Redada (2010) cuenta, de la mano de Roselyne Bosch (guionista y directora), lo que pasó en ese preciso momento de vergüenza histórica desde la perspectiva de un niño. Sin embargo no se queda en contar los hechos, evidencia con su guion los sentimientos y dudas que generaba en los pequeños todo lo que estaba sucediendo. Las cámaras se mueven entre los actores generando la misma angustia que sentían los personajes, queriendo encontrar una salida a ese infierno impuesto.

La película, en palabras de su directora, no es judía, pero termina por conmover al espectador que, como en mi caso, no logra entender cómo la maldad de un ser pudo generar tanta muerte, tanto dolor y tanta humillación. La vergüenza histórica radica en la inacción de tanto testigo presencial, una inacción en la que los altas jerarcas de las principales religiones del mundo en ese momento, simplemente dejaban que todo fuera una noticia más del momento. ¡Cuánta indignación puede causar dejar pasar por alto el daño que se hace a otros! ¡Qué falta de moral la de todos los cristianos europeos que dejaron que se llevaran a sus vecinos, amigos o conocidos a un destino incierto o mejor, a una muerte segura!

Sabemos que fueron muy pocos los que hicieron algo por sus semejantes, pero en el caso de París parece que se salvaron más de 10.000 judíos que ya estaban marcados para ser entregados porque muchos franceses los escondieron, poniendo en riesgo su propia vida para proteger a sus congéneres. Esta película, con esa óptica femenina, logra trascender de otros cuentos del holocausto por ser muy fiel a los sucesos reales, incluso en el manejo de los nombres. Vale la pena verla, analizarla y ante todo reflexionar acerca de la maldad y la bondad, teniendo en cuenta la frase que sale al inicio: “Todos los personajes de la película existieron. Todos los acontecimientos, incluso los más extremos, tuvieron lugar aquel verano de 1942”.

D E S T A C A D O

La película, en palabras de su directora, no es judía, pero termina por conmover al espectador que, como en mi caso, no logra entender cómo la maldad de un ser pudo generar tanta muerte