La hermosura de Colombia da para el canto alegre y lleno de esperanza; es tanta la belleza de su gente y lo espectacular de sus paisajes que a pesar de que nos estemos llenando de violencia y la sangre pinte de pesar nuestra historia, campos y ciudades, la herencia cristiana ha dejado un sello de lucha, creatividad, humanismo y deseos de superación que hierve en la sangre de cada colombiano.

Existen cantores de estas realidades que con la música danzante en la poesía dan brillo a los paisajes y vida diaria de nuestro país, inculca los valores de romance, amor, trabajo, humildad y fuego del corazón; hay páginas musicales que empujan el corazón al amor por lo nuestro que se expande al universo.

Hoy tiene especial relieve este recuerdo porque en 1929, un seis de junio, nació en la hacienda el Cedral cerca a Neiva un genio de la música colombiana, reconocido como cantor de la belleza Patria: Jorge Villamil.

Estudió la primaria en Garzón (Huila) y en Bogotá terminó el bachillerato y la carrera de médico ortopedista en la Universidad Pontificia Javeriana grado obtenido en 1958.

Mientras trabajaba para el Instituto de Seguros Sociales se inició en la composición musical con gran éxito: un enamorado de la vida, de Colombia, de sus gentes y el paisaje que enmarca la historia luchadora de un pueblo que desde la familia construye una Patria mejor.

Ha sido fecundo en sus composiciones musicales de sello colombiano, más de 200; escuchar o interpretar sus canciones es vestirse de colombiano trabajador, honrado, amoroso y creyente que con la misma esperanza se hinca para orar como se incorpora para laborar.

Con sus canciones somos llevados a contemplar la belleza del paisaje tan variado y hermoso en los "Guaduales" que hasta lloran por amor, "los remansos" y "espumas" que invitan a preguntas de trascendencia sobre la existencia y el futuro nos acerca a la tierra nuestra en "el alma del Huila", "el barcino" o "luna roja" que han sido coreadas por el mundo y extendidas en interpretaciones de la Orquesta Sinfónica Nacional.

El corazón enamorado y romántico tiene sana y alta expresión en "llorando por amor", "me llevarás en ti" y "llamarada" que enciende el alma con ganas de futuro.

Lección de vida constituyen otras composiciones suyas como "Oropel" que nos incita a ser sinceros, humildes, fraternos y nunca aferrarnos a lo somnífero, baladí o tardo de la vida.

Como médico compone y como compositor sana con el desgranarse de sus profundas canciones; Colombia goza de varios compositores que como él mantienen la estirpe colombiana; ojalá que las jóvenes generaciones conozcan más nuestra música colombiana.