¿En qué se podría parecer Manizales y Polonia?

La insistencia en el debate sobre la calidad de la educación debe ser un imperativo para cualquier sociedad. Más aún lo debe ser para Manizales, donde el recurso más abundante es el capital humano. No tenemos buenas carreteras, los costos de transporte son altos y nuestra tierra, aunque de gran calidad, continúa en su gran mayoría utilizada para complacer la nostalgia de unos cuantos financiadores de huelgas.

Es por eso que el futuro de la sociedad caldense dependerá de lo que suceda con nuestra educación. Y por tal motivo, a la clase dirigente no le queda otra que debatir y debatir sobre este espinoso tema para que algún día se convierta en una verdadera prioridad y, por supuesto, en realidad.

Vale la pena por lo tanto, mirar qué han hecho las sociedades más avanzadas en la materia. Polonia es un extraordinario ejemplo del impacto que pueden tener reformas educativas para una sociedad en menos de una generación. En mi anterior columna (diciembre 16, 2013) mencioné los resultados y avances que ha tenido Polonia en los últimos años. Ahora veamos qué fue lo que hizo este país y como una nación excomunista, logró en una década lo que a muchos les tarda veinte o treinta años.

Como lo reportaba la prestigiosa revista londinense, The Economist, antes de 1999, los polacos estaban destinados a labores que nadie quería hacer y tenían los salarios más bajos de Europa. Después de la reforma, muchas empresas querían instalarse allí a pagar altos salarios generando altos beneficios para la población.

¿Cómo lo hicieron? Primero; se dieron cuenta que en la educación estaba la clave de su éxito económico. Segundo; reformaron. Tercero; cosecharon los resultados de los que hoy gozan y se enorgullecen.

Dos fueron las reformas que cambiaron el sistema educativo polaco. Una en 1999 y otra diez años después. La del 99, sin decir que fue sencilla, vino acompañada de un conjunto de reformas estructurales como salud y pensiones.

En esta primera reforma, la arquitectura del sistema educativo cambió radicalmente. Se modificaron los años de cada etapa en la educación primaria y secundaria, haciéndola más efectiva. La nueva estructura, extendió en un año el periodo de educación general. Este cambio permitió elevar la calidad de la educación fundamentalmente en zonas rurales donde las escuelas eran más pequeñas y un año adicional traería beneficios.

También se dio más independencia a los centros educativos, para que dentro de un margen establecido (currículo) los maestros y centros educativos puedan tener flexibilidad.

Para evaluar la calidad de los centros educativos se les introdujeron sistemas de evaluación externos al final de la primaria, y los ciclos de la secundaria.

La reforma también introdujo cambios sustanciales en la manera de remuneración a los maestros. Antes era por número de horas enseñadas, ahora la remuneración es en función de su calidad, experiencia profesional, las tareas que les son asignadas y lo que deben hacer para cumplirlas.

La segunda reforma, la del 2009, fue básicamente la profundización de la primera. Se modificó el currículo con más énfasis en habilidades transversales, investigación, resolución de problemas y razonamiento.

Polonia es uno de tantos países que ha logrado milagros educativos en los últimos años. Lo que han hecho no es ciencia oculta. Son cosas sencillas con profundos resultados económicos y sociales para estas sociedades.

Solo la educación nos podrá dar la posibilidad de transformar la estructura productiva de Manizales. Podremos sofisticar nuestros call centers, como lo ha hecho India; diversificar la industria, como lo han hecho ciertas compañías de la ciudad; o diversificar el agro y ver como la innovación abriría un montón de nuevas oportunidades en producción y habría mejoras en procesos y cadenas de suministro.

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Terminó la feria y con ella la alegría y los enormes beneficios económicos para aquellos que viven de ella. No acabemos con los toros pues son el eje de la feria. Seamos pragmáticos. Para mal o para bien, en menos de una generación, los toros se extinguirán. "Saquémosle jugo" económico a estos últimos años de toros. Traigamos buenos carteles, conciertos, fiestas, eventos y gente de todo el país y América. Explotemos la cultura taurina. Esta no es un fin sino un medio para el bienestar de la población manizalita. Y así como esperamos respeto de los antitaurinos, respetémoslos a ellos también. Se puede estar o no de acuerdo con algo, pero jamás se debe imponer la voluntad. Felicitaciones y gracias a Manizales por esta gran feria y esperamos con gran alegría la del 2015 en su aniversario número 60.