"Aguanta somos la cuarta potencia de Europa, España no es Uganda", estas fueron las palabras que le expresó el Jefe del Gobierno español Mariano Rajoy, en un mensaje desde su cuenta de Twitter a su ministro de Economía, Luis de Guindos, en momento que éste negociaba con el Eurogrupo el rescate financiero de la banca española. Un trino no solo generó polémica en España y protestas en Uganda, sino que ha desatado una controversia en las redes sociales que le ha dado la vuelta al mundo.
En consecuencia han sido múltiples las interpretaciones que le han dado en las redes sociales a la peyorativa opinión de Rajoy sobre Uganda, la cual, además de traslucir la vieja visión europea del "África salvaje y atrasada", evidencia el desconocimiento que tiene el gobernante español sobre el estado de la economía ugandesa.
Obviamente que España no es Uganda. España es una antigua potencia colonialista en decadencia, quebrada, en apuros económicos y con un sistema financiero cuestionado y endeudado. En cambio, Uganda es una excolonia británica con buen ritmo en su crecimiento económico y un sistema financiero estable. De hecho, si la economía española creciera al ritmo que lo está haciendo la ugandesa, indudablemente que no necesitaría del rescate financiero de 125 mil millones de dólares que acaba de negociar con el Eurogrupo.
Entonces, más allá de la manera despectiva como Rajoy se refirió a Uganda como una república bananera, Uganda no es España, en virtud de que, su economía crece a un ritmo del 17,5% anual, en cambio la española se contrajo en un 2,5% y mientras España tiene una tasa de crecimiento real de un 0,1% y un desempleo del 24%, la tasa de crecimiento real de Uganda es del 5,2% y el desempleo solo llega al 4,2%.
Ahora otros cifras que marcan la diferencia, entre ambas economías es la deuda externa y los índices de pobreza, mientras la deuda externa española representa el 165,5% de su PIB, la ugandesa solo alcanza 2.800 millones de dólares. En cuanto a los índices de pobreza, España ha registrado en los últimos dos años que el 22,5% de su población ha caído bajo el umbral de pobreza. Entre tanto, Uganda en los últimos dos años muestra un crecimiento económico sostenido, el cual ha permitido reducir en un 15% el número de personas en situación de pobreza.
Las estadísticas comparativas, entre las dos economías hablan de por sí solas. Por consiguiente, la expresión de Rajoy lo que expresa en síntesis es el estereotipo que han tenido la mayoría de los grandes líderes de occidente sobre los países africanos, donde solo ven en África materias primas para saquear, pobreza, guerras, dictaduras, corrupción; al igual que epidemias, hambrunas, muertes y bajas tasas de desarrollo.
Contrario a esa visión del pasado, África hoy experimenta cambios profundos en materia de desarrollo, crecimiento económico y estabilidad democrática, por eso siete de las diez economías de mayor crecimiento en el mundo son africanas: Mozambique, Tanzania, Angola, Congo, Ghana, Zambia y Nigeria.
Las economías de varios países del África han crecido más rápido que en otras regiones del mundo, además del crecimiento económico que ha tenido Sudáfrica, la principal economía africana, también han salido del marasmo con altos guarismos de crecimiento Botswana, Kenia, Uganda, Gabón, Guinea Ecuatorial y Namibia, entre otros países. De acuerdo con las proyecciones del Banco Mundial los niveles de crecimiento de África llegarán a un 5,7% en este año y serán similares a las que obtendrán las economías asiáticas y es por eso que se habla del milagro africano.
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