Desde siempre el gobernador de Caldas ha tenido un puesto en el máximo organismo colegiado que dirige a la Universidad de Caldas. Nada más justo y de provecho para la institución. Primero actuó como un simple integrante del Consejo Directivo, posteriormente haciendo parte del Cuerpo Consultivo y luego como presidente del Consejo Superior, hasta las nuevas normas con la Ley 80 de 1980, cuando los representantes del presidente de Colombia y de su ministro de Educación asumieron sus papeles. Sin embargo, continuó con su escaño en la Alma Máter.

En otras universidades de carácter jurídico diferente, por cuanto son departamentales como la del Valle, la de Antioquia o la Industrial de Santander, las presidencias de los Consejos Superiores de esas instituciones están en cabeza del gobernador del departamento. La Ley 30 de 1992, en proceso de reforma, reafirmó la presencia del gobernador en las universidades nacionales como la de Caldas.

La citada ley es explícita al normar que uno de los miembros del Consejo Superior de las universidades estatales del orden nacional es el gobernador del departamento y nada más. Sin delegado y sin representante de la primera autoridad civil del departamento. El legislador fue consciente de la importancia de este funcionario en la conducción suprema de sus universidades.

No puede ignorarse que la Universidad de Caldas, después del Departamento, es la primera institución de significancia general para la sociedad.

Muchos gobernadores han estado cerca de la Universidad, otros han sido distantes y habría que dilucidar si por menosprecio o porque no lo creían fundamental en sus funciones e intereses de gobernante, o lo que sería lamentable, porque sus preferencias personales no se cruzaban con la entidad de educación superior insignia de los caldenses.

Los representantes de los gobernadores, en distintas épocas, han tenido diferentes comportamientos. Unos conocedores de los menesteres administrativos y educativos, buscando siempre lo mejor para la institución y dignos enviados a hacer parte del Consejo Superior, y otros que es mejor olvidar.

La presencia del gobernador en la Universidad de Caldas es de gran importancia no solo por lo que significa su representatividad en cuanto a la sociedad caldense, sino porque debe aportar a la conducción de la institución, aunque no sea un experto; sus ideas, palabras y decisiones siempre son bienvenidas y propician un debate al interior de la entidad, aunque algunos rectores en su oportunidad son poco afectos a estas discrepancias de características universitarias en donde todo es permitido analizar, y finalmente la primera autoridad civil departamental puede facilitar muchos trámites con los gobiernos.

Algunos piensan que la presencia física del gobernador en el Consejo Superior es sinónimo de un compromiso financiero. A ello hay que responder que sería ideal la participación directa del presupuesto departamental en la Universidad de Caldas, pero se entiende que los recursos son limitados y más en un departamento sometido ahora a un proceso legal de restricciones económicas. En este caso es mejor no prometer nada, porque las palabras sin soporte real hacen más daño que bien.

El aporte económico de Caldas ha estado representado en los últimos años por la estampilla para las universidades Nacional y de Caldas, efecto en buen momento de una ley y de una Ordenanza de la Asamblea de Caldas.

La Universidad y el departamento de Caldas, en forma directa o a través de sus secretarías, pueden y deben hacer proyectos conjuntos para beneficio de todas las entidades y de la sociedad caldense. Muchas veces no se necesitan aportes especiales sino la integración de objetivos y obtención de beneficios comunes, entendidos éstos como una mejoría en los aspectos cotidianos en la vida de los caldenses.

Finalmente, el gobernador deberá, y para eso hay que modificar urgentemente el Estatuto General mientras llega la nueva ley, presidir el Consejo Superior en ausencias simultáneas del Presidente y Vicepresidente del organismo, cuando lamentablemente no ha podido sesionar.

Nota: El Hospital Universitario para Caldas no es una necedad .