Este lunes, 4 de febrero, arriba a la cumbre de sus 90 años el expresidente Belisario Betancur Cuartas y queda incorporado automáticamente al imaginario club de los cuasi centenarios personajes que han brillado con luz propia en el escenario colombiano.
El cuadro de los ilustres nonagenarios lo encabeza su carnal de toda la vida Otto Morales Benítez, el dueño de la carcajada más famosa y estruendosa que haya tenido el país.
En su lueñe juventud, la dupla bipartidista compartió pupitres en la facultad de Derecho de la Universidad Pontificia Bolivariana y molió periodismo en la Bella Villa: El de Amagá fue excelente reportero político de La Defensa. El de Riosucio fundó y dirigió el suplemento dominical ‘Generación’, de El Colombiano.
El presidente Alfonso López Michelsen -un mago del sarcasmo- solía decir que “Otto es un Belisario negro”, comparación peyorativa que no alcanzó a molestarlos porque conocían muy bien la procedencia sardónica del autor.
De este club sin personería jurídica, estatutos, ni sede propia también hacen parte dos hombres que tienen nichos propios en la historia de El Espectador, cuando el diario perteneció a la dinastía Cano: El bogotano raizal José Salgar, El Mono, el primer jefe que tuvo como periodista Gabriel García Márquez, y Mike Forero Nogues, el lord de Piedecuesta, Santander, considerado uno de los mejores cronistas deportivos de todas las épocas. Cubrió ocho olimpiadas y siete mundiales de fútbol.
A propósito de “Gabo”, está a siete meses de los 90 su mancorna, en Bogotá y México, Álvaro Mutis Jaramillo, poeta, novelista, ensayista y locutor con gran chorro de voz en la emisora HJCK de Álvaro Castaño Castillo.
Es de la partida el exministro santandereano Abdón Espinosa Valderrama, quien cumplió 91 años en noviembre último y mantiene vigente en El Tiempo su columna “Espuma de los acontecimientos”.
La Parca dio al traste, en el campo castrense, con un dúo que parecía casi inmortal: los generales en retiro Alberto Ruiz Novoa, el sobreviviente conspirador contra el presidente Valencia, hoy de 96 años, cumplidos el 5 de enero, y Gerardo Ayerbe Cháux, quien llegó al ministerio de Defensa casi de carambola, por la muerte del general Gabriel Rebéiz Pizarro. El payanés Ayerbe murió el 17 de abril de 2011, en Bogotá, a los 96 años.
La longevidad también está presente en la jerarquía eclesiástica: El arzobispo emérito de Manizales, monseñor José de Jesús Pimiento, nacido en Zapatoca, Santander, el 18 de febrero de 1919, cumplirá 94 años en un par de semanas. Reside actualmente en el Foyer de Charité San Pablo, de Bucaramanga.
El notable jurisconsulto Carlos Restrepo Piedrahíta es otro de los personajes de la mayor importancia por tratarse de un distinguidísimo constitucionalista. Creemos que aún vive y cumplirá en abril 97 años.
La apostilla: Dichoso el doctor Belisario Betancur: hace parte, por derecho propio, del exclusivo club de los expresidentes colombianos y del club de los nonagenarios ilustres, y no tiene que acogerse a las obligaciones que le demanden unos estatutos porque, sencillamente, las dos instituciones solo existen en el imaginario periodístico y los socios raramente se ven las caras en uno que otro acto social.
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