Hay dos hechos recientes de la eterna guerra colombiana que están íntimamente unidos, así no lo parezca a primera vista: el primero ya olvidándose; el segundo en plena efervescencia aunque también próximo a desaparecer de los medios de comunicación, de los espacios de opinión y, lo más importante, de la mente de los ciudadanos. Llegará un tercer evento hasta ahora inédito que borre lo anterior y cope toda la atención, que a su vez será remplazado por otro y por otro en una cadena sin fin. Tanta violencia nos ha vuelto banales ante tanta desgracia.
El secuestro del reportero de guerra francés Romeo Langlois llenó por varias semanas noticieros de TV, columnas en los diarios y espacios radiales; todo el mundo tenía que ver con este suceso. Todos pontificando. Unos días después de su liberación fue “asunto olvidado”, para que luego llegara la rebelión indígena del Cauca, y así nuevamente los formadores de opinión, como se les llama hoy en día a quienes se pronuncian a través de los medios de comunicación, emitieran sus conceptos a diestra y siniestra. Ya veremos qué vendrá mañana.
Sin embargo, absolutamente nadie ha dicho nada de lo más importante que pasó con el caso de Romeo Langlois: el documental surgido del trabajo periodístico que este reportero realizó justo el día que fue secuestrado, y que curiosamente los medios colombianos han pasado por alto. Este trabajo audio visual, llamado “Colombia: en el fuego cruzado”, nos permite escuchar los diálogos de Langlois con los soldados durante una jornada de guerra, y lo más conmovedor, aterrador y desgarrador: la charla que el periodista y el sargento Cortez sostuvieron por un buen rato, hasta que el sargento muere a pocos metros de Langlois a causa de una bala enemiga. No recuerdo un relato tan duro, tan traumático y demoledor acerca de nuestra reciente violencia como éste. Este documental tiene la inmensa virtud de borrar del mapa cualquier análisis de cualquier experto, tenemos ya demasiados, y de ponernos frente a frente con el horror y el absurdo de esta guerra. ¡Este video hay que verlo! Lo encuentra en la dirección http://youtu.be/PeWTxn83BZI o tecleando en Google o Youtube: “Documental Romeo Langlois (Español)”.
Aparecieron los hechos del Cauca y nuevamente los medios, especialmente la TV, invadieron todos los espacios con escenas del Cerro Berlín. La imagen del sargento García llorando recorrió el mundo entero; y aquí, en Colombia, sirvió para que muchos, realimentando estereotipos y prejuicios, se convirtieran en cruzados de “la dignidad del Ejército”, y denunciaran el despropósito de una región donde el Estado no podía ejercer su autoridad, y reafirmaran, tal vez sin proponérselo, la condición excluyente, racista y clasista que nos sigue dominando. Me golpeó sobremanera una declaración de los oficiales retirados de las Fuerzas Militares en la cual hablan de “los aborígenes”, término con tufo colonial. No hay que idealizar a los indígenas, como tampoco hay que hacerlo con ningún otro grupo social, y sí se debe reconocer que la manera como actuaron contra los soldados fue burda y desmedida. Pero no se puede negar el horror que los indígenas, campesinos y pobres del Cauca han vivido ya por mucho tiempo, ante el cual la ‘indignación nacional’ no es ni la pálida sombra de la que se desencadenó por el atropello a los soldados. Lo más curioso de todo es que la gran mayoría de quienes ‘dictaron cátedra’ sobre lo que sucede en el Cauca no conocen este departamento o a duras penas han ido a Popayán.
Bueno, ya llegará otro evento que capture la atención de todos, que haga olvidar el drama del Cauca, y que sirva de pan y circo, de alimento mediático, y que a pesar de su segura dureza o crueldad no nos invite a reflexiones más profundas, más íntimas. Nos contentaremos con expresiones mediáticas muy superficiales.
Ahora, si usted en realidad quiere tomar más conciencia de lo que viven los soldados y de lo que es la guerra en Colombia, lo invito a que vea el documental de Romeo Langlois y a estremecerse con la muerte del sargento Cortez. En cuanto al Cauca, bien vale la pena que apenas pueda vea la película “Robatierras” de Margarita Martínez y Miguel Salazar, la cual será estrenada esta semana y que ojalá Caracol o RCN la pasen por televisión.
Nota: falleció esta semana Raúl Fajardo Moreno, gran arquitecto y visionario que dejó huella en la arquitectura nacional de las últimas décadas y que ante todo fue una persona maravillosa. Una de sus obras es el edificio Coltejer de Medellín.
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