Con quién negociamos la paz

Para conocer la trascendencia que tiene la gestión de la paz, tenemos que dimensionar en sus exactas proporciones al negociador de un conflicto no solo antiguo, sino con unas características que lo hacen difícil y complejo. 
Latinoamérica no ha sido ajena a las gestas revolucionarias, desde Chiapas en México con los zapatistas y su comandante Marcos, los sandinistas en Nicaragua, el Farabundo Martí en el Salvador, Sendero Luminoso y el Movimiento Túpac Amaru en el Perú, Alfaro Vive Carajo, en el vecino país de Ecuador, Partido Obrero Revolucionario de Bolivia, el EPP Ejercito del Pueblo Paraguayo, la Fuerza Bolivariana de Liberación FBL de Venezuela grupo chavista creado supuestamente para combatir el paramilitarismo colombiano, los Tupamaros del Uruguay y los Montoneros de Argentina. 
En Colombia las Farc, el Epl, Eln y el M-19, el Erg y el grupo Quintín Lame son las principales organizaciones, unas desintegradas y otras en proceso de desmovilización. 
Cuando se conocen informaciones acerca del terrorismo en el mundo, identifican el grupo ejecutante y referencian si sus motivaciones son sociales, políticas, religiosas, económicas, étnicas o nacionalistas. 
Asia, Medio Oriente y algunos países de África han sido flagelados por una guerra despiadada que llena de terror estas comunidades. En Nigeria, Boko Haram, el bárbaro que secuestró 240 niñas estudiantes pretende derrocar el gobierno y convertir el país en un estado islámico. Los temibles Talibanes actúan en Paquistán y Afganistán con el propósito de imponer con su fundamentalismo un estado islámico, sus 35.000 combatientes luchan contra los ejércitos de los países ocupados y las fuerzas de la Otan. El Hezbolla en el Líbano, actúa en el conflicto árabe-israelí y en la revolución islámica, tiene además como objetivo todo lo relacionado con las políticas de los Estados Unidos. Hamas se concentra en la franja de Gaza y se definen como el ala Palestina de la hermandad Musulmana. 
El tristemente célebre Al-Qaeda creado por el desaparecido Osama Bin Laden autor de la caída de las torres Gemelas en Nueva York pretenden establecer un califato islámico en el mundo. Francia y España tienen la Eta, organización independentista del país vasco, que le ha causado muchas dificultades a estos gobiernos y por último dentro de las más importantes está el Ira, Ejército Republicano Irlandés que lucha por la separación completa de Irlanda, del Reino unido. Todos estos procesos tienen valiosos insumos para ser utilizados en las negociaciones que el estado colombiano adelanta con la Farc, extractar lo conveniente y detectar las decisiones que pueden contribuir a un fracaso es el ejercicio a seguir. 
En esta radiografía, la Farc ocupa un lugar destacado en el diverso grupo de organizaciones que luchan irregularmente, es la segunda en ingresos con 1.000 millones de dólares al año, superada solo por el grupo yihadista Estado Islámico de Irak, una antigua fracción de Al Qaeda, que se independizó gracias a su poder económico que alcanza los 2.000 millones de dólares al año producto del tráfico de armas, el robo, la extorsión y los ataques a la infraestructura petrolera. 
En Colombia la Farc ha nutrido sus arcas con la extorsión y el secuestro, en los últimos años la fuente de ingresos son producto de los diferentes negocios que originan los cultivos ilícitos, por eso son arrogantes en el momento de negociación, es un grupo rico, solvente y con reconocimiento de las organizaciones terroristas. 
Esperamos que las negociaciones de paz desactiven los 16.000 miembros combatientes y de apoyo que tiene la Farc, no es una tarea fácil para el gobierno, el país debe cerrar filas para lograr el sueño de apagar esa máquina de guerra, no importa quién lo haga, pero sí cómo se haga, estamos en mora de ver nuestra patria en otras condiciones, necesitamos que la comunidad internacional nos referencie como un país colmado de oportunidades y no como un Estado donde sus habitantes por décadas se despedazan como bárbaros.