Colombia cree y espera… ¡la paz!

En estos días, recordando el libro "Moral y Política" de Albert Camus que resume las experiencias del escritor en la vida pública en la cual intervino y pensando en lo que queremos sea el futuro de nuestra patria hemos intentado esta breve página en la cual hemos evocado del extraordinario pensador muchos de sus conceptos que nos sirven de ayuda muy eficaz para presentarlo a nuestros generosos lectores.

Nuestro respaldo a la paz es para que los incrédulos y lo que nos tildan de terroristas por creer en ella, ¡puedan dejar de balbucir rencores y frustraciones desafortunadas!

¡Respaldamos la paz para que Colombia entera, y aun los que se oponen a ella, puedan rehacer su mentalidad política!

¡La Colombia que espera y sigue atenta a las decisiones de La Habana quiere la justicia, la moral, la grandeza, un nuevo destino!

¡Es la Colombia que espera ver su plena libertad cercana!

La Colombia que espera sabe "que la paz volverá sobre esta tierra desgarrada y a los corazones torturados de esperanzas y de recuerdos. No se puede vivir siempre de muertes y de violencia. ¡Ya llegará el tiempo de la felicidad, de la legítima ternura!".

Colombia espera que todos sus hijos, con la paz en nuestro corazón, como la de los colombianos muertos, digamos orgullosamente: "¡Hicimos lo que había que hacer!".

Colombia quiere y cree que "para tiempos nuevos son necesarias, si no palabras nuevas, al menos un nuevo ordenamiento de palabras. Solo el corazón y el respeto que inspira el verdadero amor pueden dictar este nuevo enfoque. ¡Solamente así contribuiremos modestamente, a dotar a este país de un lenguaje que sea escuchado!".

Por ello Colombia espera en este delicado proceso pedirle a los escritores y periodistas "que los artículos de fondo tengan fondo y que las noticias falsas o dudosas no sean presentadas como verdaderas". Y esto porque "cada mediocridad consentida, ¡cada negligencia y cada actitud cómoda nos hace tanto mal como los fusibles del enemigo!

Colombia espera que digamos a una sola voz que estamos cansados de las virtudes de tantos mediocres, lo que quiere es una "¡reforma moral más que una reforma política para que terminen los escandalosos beneficios de unos pocos miserables!".

Colombia quiere la paz, especialmente en épocas preelectorales, y quiere que se promulgue la "¡orden de elegir definitivamente entre el Infierno y la Razón"!

Colombia quiere la paz para lograr que no escriban más aquellos que "como Himmler, que hizo de la tortura una ciencia y un oficio, entraba sin embargo en su casa, de noche, ¡por la puerta trasera para no despertar a su canario favorito"!

Y a pensar de toda esta ayuda, el formidable y respetado escritor Albert Camus, concluye para que entendamos y califiquemos a ciertos personajes urgidos de psiquiatra:

"Pero siempre he creído que si bien el hombre esperanzado en la condición humana es un loco, el que desespera de los acontecimientos es un cobarde. Y además el único honor será el de mantener obstinadamente esta formidable apuesta que decidirá en fin si las palabras son más fuertes que las balas".