Estimado Juan José:
El curioso título que uso para encabezar la presente misiva, escrito también Taurokathapsia no significa nada distinto a "acrobacia taurina", que como muchos sostenemos, fue la base de la tauromaquia moderna.
Este juego con Toros que acometían (bravos en su esencia) fue característico de la civilización Minoica, bautizada así por Sir Arthur Evans, descubridor del templo de Cnosos en la isla de Creta, en honor del rey Minos quien según la mitología griega era hijo de Zeus y de Europa. Entre otras curiosidades no sé si sabías, la verdad yo no estaba enterado, que no está claro para los estudiosos del tema si este apelativo, Minos, era un nombre o si se trataba de la palabra cretense para rey.
Recordemos o aprendamos, "a según el indio es la maleta", como dicen los pastusos hoy tan de moda por aquello del buen desempeño de su equipo en el campeonato colombiano de football, que Minos tiene, de alguna manera, responsabilidad en la llegada del Minotauro al mundo mitológico pues este monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro nació de la unión ilícita entre Pasifae, esposa de este Rey y el magnífico Toro Blanco de Creta que emergió de los mares y quien tuvo esta relación zoofílica con la Reina Cretense debido al incumplimiento del compromiso que Minos había adquirido con Poseidón de sacrificarlo una vez ascendiese al trono de la isla. Gracias a este extraño ser Teseo, el primer "toreador" conocido, encontró la fama y un reconocimiento que perdura hasta nuestros días.
Pero volviendo al tema de la acrobacia taurina como expresión cultural enclavada dentro de un contexto social y religioso que ya se había desarrollado en otras culturas y que vino a nutrir a la Cretense vemos como el Toro, dado su carácter de portador de la fortaleza y de la fecundidad, en este ritual de contacto y gracias al tocamiento que en él se daba lograba transmitir, de manera "mágica", tanto su fortaleza como su fuerza fecundadora a los ejecutantes, quienes generalmente se encontraban haciendo tránsito entre la adolescencia y la madurez.
Es interesante también resaltar como en los frescos del Palacio de Cnosos hay representadas más mujeres que hombres haciendo sus acrobacias taurinas, esto debido al papel predominante de la mujer en los temas ceremoniales de la cultura Minoica.
Existían dos formas básicas de saltos y creo francamente que nadie, hasta la fecha, ha podido determinar el real significado o la diferencia ritual que existía entre cada uno de ellos.
Está uno, conocido como "diving leaper" en inglés y que me aventuro a traducir como "salto con clavado" en el cual gracias al impulso de la carrera inicial del saltador este, al enfrontilarse con el animal, brincaba para llegar hasta el centro del mismo y ahí apoyar las manos en él, impulsándose de nuevo para dar una voltereta y caer parado sobre los cuartos traseros del Toro para luego descender al piso. Se conoce también el salto de Evans, así nombrado en honor al descubridor del templo de Cnosos, que se ejecutaba apoyándose en los cuernos del Toro para, aprovechando su natural derrote, volar por el aire y dando una cabriola caer de pies sobre el lomo de la res apoyándose luego en los cuartos traseros para finalmente lanzarse al piso.
Y para rematar, manteniéndonos dentro del reino de la calistenia, aprovecho este espacio para manifestar que comparto el regocijo de los Santafereños por la obtención de su séptima estrella.
Recibe un abrazo de tu amigo. El Fraile.
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