Hay dos personajes descollantes que me seducen: Giordano Bruno (1548-1600) y Erasmo de Rotterdam (1466-1536).
A ambos los admiro por su mente abierta, su inteligencia y por tener osadía para apartarse de las obtusas creencias del tiempo.
Fueron innovadores, críticos, amigos del cambio, y, por eso, fueron perseguidos y Bruno quemado por la Inquisición en 1600.
Eran humanistas, seres muy cultos, y buscaban hacer avanzar el mundo en una época en la que los poderosos dominaban a su arbitrio.
Si aún hoy la gente es manipulada, cómo sería en su tiempo en el que la Iglesia con tanto poder se aliaba con los de arriba.
Erasmo amaba la tolerancia y retrató todo lo absurdo de su tiempo con coraje y lucidez en su famosa obra satírica Elogio de la locura.
El deplorable teatro de la bajeza humana, en especial de los dominantes y que sigue vigente en la actualidad de modo más sutil.
Te invito a leer sus biografías y algo de su pensamiento porque es mucho lo que puedes aprender de estos sabios.
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