No sé quiénes son los "Ciudadanos firmes con Caldas", ni qué motivos alientan un movimiento que por lo que deduzco de una valla de carretera en Tres Puertas y un panfleto en impresión de alto costo que recibí a fines del año que pasó, tienen interés de atentar contra el Aeropuerto del Café. Lo que dicen y pregonan está encaminado a torpedear una obra requerida con urgencia por Caldas, la región Centro Sur del departamento y la ciudad de Manizales.
Citan, entre comillas y fuera de contexto, las opiniones emitidas por el profesor de la Universidad Nacional Gonzalo Duque, en el año 2001, como si fueran sus únicas opiniones, pero descartan a propósito las que a juicio del profesor, y las de otros expertos y columnistas de periódicos y revistas que consideran importante para el país una obra cuya concepción obedece a los más altos estándares de aeronavegabilidad, y que pudieran convertir el Aeropuerto del Café en Palestina, como alterno a El Dorado en Bogotá y al de Ríonegro en Medellín, haciendo más eficiente lo que hemos conocido de tiempo atrás como el triángulo de oro de Colombia.
Tampoco se ocupan de la excelente administración de los últimos años, de sus aciertos, de la manera altamente profesional como se refinaron el trazo, la rasante y la concepción constructiva del aeropuerto y del impecable manejo de los recursos económicos, que nos hace ver el Aeropuerto del Café como una posibilidad que puede estar tan cerca de nosotros, como firme sea la decisión de hacerla real.
Cuando Atkins, la firma inglesa que hizo el "Master Plan" de Manizales, entregó su informe final, fue lo bastante explícita en proponer el Aeropuerto del Café como uno de los más importantes proyectos regionales, dado que "podría prestar servicio a un área mucho más amplia que solo el área metropolitana, convirtiéndose así en aeropuerto clave para la región del café y zonas aledañas". Una razón más por la cual debemos unir todos los esfuerzos por materializar un sueño del cual depende nada más, ni nada menos, que la posibilidad de un futuro mucho más que promisorio.
Entiendo que al Aeropuerto de Matecaña le resulte incómoda la puesta en marcha del Aeropuerto del Café; la sola deserción de los manizaleños que hoy viajan por allí y posiblemente los de Santa Rosa a los cuales les quedará más fácil viajar a Palestina que atravesar Dosquebradas y Pereira, es razón de sobra para no aplaudir la iniciativa. Pero que los manizaleños nos alcemos en pie de lucha para sabotear una idea cuyas bondades han sido probadas hasta el cansancio, que está destinada a traerle réditos no solo a un municipio sino a toda la nación es vergonzoso, por decir lo menos.
Por eso es que panfletos como el que motivaron este escrito, donde la prueba "reina" del despilfarro es una copia de la autorización al presidente de la Corporación Aeropuerto de Palestina para que gestionara en favor del gerente de la misma corporación, el alquiler de un parqueadero en el centro de la ciudad y también el sostenimiento de una acción del Club Manizales, me parecen dañinos. Resulta que las oficinas del aeropuerto quedaban y quedan en el centro urbano, y que era usual que las entidades con altos niveles de representatividad como la que nos ocupa, se sirvieran del Club Manizales para el ejercicio de esa actividad; en todo caso la cuantía de esta "falta de transparencia", como se deleitan en calificar, es chico pleito en contraste con la responsabilidad inherente a la construcción de uno de los aeropuertos más importantes de Colombia. Una morbosa y resentida "prueba", me parece a mí.
Los que alardean de su compromiso con el departamento no dan un solo argumento ni alternativa en pro de una obra a todas luces necesaria para salir del ostracismo en que nos mantienen justamente este tipo de "ciudadanos", porque anteponen sus intereses particulares disfrazados de civismo a los del bien común, contrario al eslogan de su "cruzada": Ciudadanos firmes con Caldas.
Esta semana no más encontré en Facebook otro ciudadano de los firmes con Caldas, supongo yo, que denuncia "Los contratos de Aerocafé", del 2014, en particular el suscrito conmigo para "prestación del servicio profesional en arquitectura para apoyar el desarrollo de las actividades requeridas para la construcción del Aeropuerto del Café". Acusa sencillamente a la Asociación de estar malversando, "festinando" los escasos recursos y a mí de estar timándola por estar realizando un trabajo que no se necesita "…el año pasado no se ejecutaron obras…" argumenta. Se colige entonces que para el autor del señalamiento, la planeación no es necesaria, y para colmo de males, ni siquiera se molestó en preguntar o preguntarme, en qué consistió mi trabajo para el Aeropuerto durante el año que pasó.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015