Hasta hace una semana mi cuadro de Excel me tenía cuadrada la vida de una manera impresionante -ya en mi escrito de hace ocho días, Excel cuadro el que me cuadra, les conté la maravilla que es manejar esta herramienta para organizarse con la plata- y el lunes me acosté a dormir con todo cuadrado, logrando dormir y hasta soñar. Salí contenta el martes por la mañana a llevar a mi perrita a la veterinaria, ya con toda mi vida por fin entre el cuadro, y aunque la sarna no la tenía presupuestada para julio, me tocó llevarla porque la Sasi estaba rascándose enloquecida. Lo que me costara lo sacaría de imprevistos (ítem que también tengo en cuenta en mi cuadrito) por lo que no me dejaría amargar el cuadro, digo, la vida. Además cualquier imprevisto o tarjetazo que me eche por mis perras es poco; pero ese tema perruno lo dejaré para otra columna, no de entradas ni salidas, sino de estas que escribo.
Salgo de ahí tan feliz de saber que no era sarna, que se me olvidó acordarme de cuánto pagué, para llegar a incluirlo en mis "salidas". Preocupada pensando en eso me monté al carro, con Sasi, y arranqué. Y el carro atrancado no se movía. Eché reversa y empezó a traquear como si estuviera montado en una piedra. De inmediato pensé ¡me van a robar! lo que quieren es que yo me baje a mirar qué pasa para ellos montarse y llevarse el pichirilo. Temblando me bajé, tiré la puerta y puse el seguro rápido, y me agaché a mirar…. ¡se me robaron las llantas de atrás! Nuevas ellas. En quince minutos que me demoré.
Todo el cochino cuadro empezó a darme vueltas en la cabeza. Otra fila más de gastos, como la compra de dos llantas, me descuadraría toda la columna; no esta que escribo, sino la vertebral, esa que me duele aquí en la nuca cada vez que tengo que incluir un imprevisto nuevo, como el mercado, o esta vaina de los robos, y ahora resulta que también hay que tener fila mensual para hurtos y mala suerte. ¡Y yo que pensaba que los carros no necesitaban sino gasolina para andar! Fuera de eso requieren las cuatro ruedas y hay que comprar dos ¡Vida perra la mía! Pasaron por mi mente filas, columnas y celdas con números todos rojos y apareció el pago del tal seguro. Llamé para que me llevaran a mi casa, y aquí llegué en grúa y emperrada.
El miércoles me levanté a llamar al seguro, el que no se usa para que no le quiten el descuento, y efectivamente: si lo uso pierdo plata. Me lo explicaron de todas las formas posibles y sigo sin entender. Me hablan de un deducible. Del pago de un mínimo. Y a mí lo que sí me parece deducible es que lo mínimo que tengo que hacer es tratar de entender a dónde se va la plata y me queda imposible si todo el mundo me la quiere robar a toda hora. Que si le quitan el deducible el próximo año me toca pagar el 100% del valor y luego como cinco años más para volver a llegar al 50% de descuento que tengo ahora ¡Cualquier cosa menos eso! tener que proyectar mi cuadro a cinco años, con robos mensuales incluidos, ya es demasiado pedir. Ni que existiera el futuro. Pero aún así pienso considerar daños a terceros, amparo patrimonial, accidentes personales, pérdida total por daños, pérdida parcial por hurto, terremoto, lesión y muerte, y servicios exequiales. Todo lo que me cobra la aseguradora entra en el cuadro mensual, porque lo estoy pagando, y aunque no lo pueda usar, ahí debe estar cada cual en su celda… sí ven cómo cada vez uno aprende más del cuadro y va a llegar el momento ideal en que el cuadro es uno.
Ayer jueves madrugué a incluir todo tipo de calamidades en mi cuadro y en vez de pensar en salir corriendo hacia un lugar donde la gente no te robe en cada esquina como en este Bogotá tercermundista donde vivo, en lugar de saltar al viento y aterrizar en el mar aprendiendo a vivir con lo que tengo, me senté frente a este maldito cuadro a incluir hasta mi muerte.
Hoy viernes, antes de mandar esta columna al carajo, la de las salidas, me aclararon que, además, solo me pagan mi muerte si esta ocurre en un accidente en mi carro ¿Y cómo si no tengo llantas? Ahora me toca rehacer el cuadro y olvidar mi muerte… ¡malditos sean, todo lo hacen para complicarle el cuadro a uno!
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