Este es el papel de Caldas y Manizales, ante el rico Epulón interpretado por el gobierno nacional, en la reciente distribución del presupuesto nacional, para ser ejecutado en 2016. Así ha sido desde generaciones atrás.
La asignación para esta bella, pero humilde región, sufrió una reducción del 19,3% con relación a 2015. Es verdad, el gobierno está golpeado por la baja de los precios del petróleo de donde obtiene la renta más cuantiosa para su presupuesto anual. Una reducción que debería también impactar a muchos otros departamentos, que sin embargo han sido titulares de amplias generosidades, en este repartimiento. Si fuera por el número de falencias, esta tierra puede mostrar muchas quizás más urgentes de subsanar.
El Ministerio de Hacienda ha tenido una mano larga para otros territorios porque, según lo dijo un día, tenía un guardado. Pero todo el mundo lo sabe, muchos de los territorios afortunados fueron señalados por órdenes directas del presidente de la República.
Esta política de preferencias data desde el principio del actual gobierno y tiene que ver primero por la participación electoral para conquistar el poder. Y segundo, con la calidad social e intelectual de los representantes regionales, de sus atributos para escalar las altas esferas. Las regiones que se amontonan en el grupo de las preferidas son la que tienen representantes de más calado y personalidad.
Sin eso, en todos los eventos nacionales y en especial en el reparto fiscal, la débil presencia departamental y municipal, solo conquista el puesto en la fila más cercana del rincón de la basura, lejos muy lejos del sitio de las preferencias.
Hoy ante la noticia de lo asignado por el rico Epulón, los habitantes de estas nobles tierras se deben sentir adoloridos y frustrados por este vejamen que sumado al pasado también menguado, ofende agresivamente.
Dónde estaba el gobernador que con los votos de este pobre Lázaro, pudo subir las gradas consistoriales y que durante su período no hizo otra cosa que escurrir el bulto, eludiendo sus deberes de luchar por las ansiedades y derechos de la comunidad que lo eligió y que clama por su bienestar, aporreado mil veces.
Y los célebres senadores y representantes que limosnearon votos con avideces de hambre, incapaces de representar una ciudad a la cual le deben la posición que ostentan y que contrastan brutalmente con aquellos de un pasado glorioso, que dejaron labrado en el capitolio los nombres de Manizales y Caldas.
Y que contrastan igualmente, con los que personifican otras regiones con más bríos, más poder demandante y que infunden respeto en todo el contorno, especialmente ante las autoridades del poder ejecutivo.
Estas manifestaciones de frustración que aquí se expresan, son casi las mismas a las del dirigente liberal Mario Castaño, por demás ponente del proyecto de presupuesto, quien, como lo resalta LA PATRIA en su edición de octubre 15/2015, cuestiona fuertemente la gestión regional y el liderazgo del mandatario departamental, para enfrentar el cumplimiento de compromisos serios del gobierno, particularmente lo relacionado con el aeropuerto de Palestina, la necesidad más apremiante y antigua del Departamento.
Los habitantes de Manizales y de Caldas tuvieron el domingo pasado la oportunidad de purificar parte importante de su representación política. Si nuevamente fallan, se califican muy mal al aplicárseles el dicho de que el pueblo tiene los mandatarios que se merece.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015