Mario César Otálvaro

LA PATRIA | Bogotá

La clasificación del Once Caldas depende de su producido, y si logró victoria sobre Envigado hizo lo correcto y conserva el dulce sueño, pues de lo contrario complicó el asunto, advirtiendo que esta columna fue escrita antes del partido.

Intentando la meta a partir de la suma de puntos, sin que necesariamente se mire la ubicación en la tabla, que es mentirosa, llama a engaños, y confunde porque ofrece varias lecturas.

La primera, que Alianza, Equidad, Pasto y Cortuluá están adentro, y si mantienen la tendencia y no ocurre algo extraordinario, desplazarán algunos de los grandes.

La segunda es que Nacional, Junior, Medellín y Santa fe no deben tener problema para asegurarse, y eso implica riesgo para Millonarios y Cali, y aprietos para Tolima que cuenta con ventaja de tres juegos aplazados.

Total, el Once Caldas a ganar y listo, sin repetir ‘osos’ como el del domingo pasado, que debilitó imagen, evidenció carencias, y generó un clima de inquietud por su real contenido.

Qué pensarán entonces quienes creyeron que la nómina era suficiente e hicieron poco, o nada, por reforzarla, sin desconocer el lío que les espera cuando a final de año devuelvan aquellos a préstamo que aún tienen contrato con la institución.

Encartada grande con Obeso, Romero, Pérez, Leudo, Yuber, Campaz, Sierra, Peñaranda y Fernández, quienes tienen vinculación larga por la generosidad inaceptable de una directiva que compraba cuanto les ofrecían.

Tanto es así que el Once Caldas registra 23 futbolistas de su propiedad. Lección aprendida, y errores para evitar, suponiendo que Torrente, quien ya conoce el medio y las necesidades, pondrá la mano y no se dejará meter gato por liebre

Cuentan allegados a Dayro Moreno, que sería el primer refuerzo. Al parecer choca con su técnico del Tijuana, lo quieren transferir, el deseo de su actual mujer es regresar, y el proyecto aquí es traer un goleador y una figura que motive a la hinchada.

Y hay otros nombres interesantes sobre la mesa, entendiendo que no es el momento, y que las urgencias inmediatas están en la semifinal, que es viable por calendario y rivales, tratando de hallar soluciones para las limitantes.

También existe la idea de seguir acercando empresarios de la ciudad luego de la llegada de William Gómez a la gerencia, cuya gestión estará enmarcada en hacer autosostenible al club, proyectando comercialmente ingresos por el orden de los 4 mil millones de pesos.

Positivo para quienes reclaman sentido de pertenencia, y por último, en este ‘collage’ acerca del Once Caldas, muchos rumores, y hasta señalamientos directos como los que formuló el colega y amigo Esteban Jaramillo, en torno a la licenciosa vida del técnico Javier Torrente.

Embestido por una ciudad que embriaga por sus noches alegres y enamora por sus mujeres bonitas, nada grave me parece, ni juzgo su comportamiento personal, aunque el mensaje puede ser tergiversado por sus dirigidos.

Más en un grupo vulnerable como el que tiene, que es sano en términos generales, pero que incluye como es apenas natural en cualquier conglomerado humano, gente que a veces se desborda en excesos, por lo que el ejemplo deja de entrar por casa.

Con relación a lo que haga en sus horas libres, vaya y venga, pero la exposición pública se presta para malos entendidos, y es aconsejable la prudencia. Por lo demás, quien esté libre de pecado que lance la primera piedra.

Tengo la sensación de que a pesar de su mala cara, Torrente es un buen hombre, trabajador, serio y responsable en sus compromisos, y que con mejores armas puede hacer historia con un equipo que va entendiendo la realidad del mercado y apunta a encontrar el norte.

Hasta la próxima…

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Encartada grande con Obeso, Romero, Pérez, Leudo, Yuber, Campaz, Sierra, Peñaranda y Fernández, quienes tienen vinculación larga por la generosidad inaceptable de una directiva que compraba cuanto les ofrecían.