Algunas reacciones de personajes de las tiras cómicas ante el triunfo de Donald Trump.

De Ramona: Donald es el hombre que necesitábamos. Nada que ver con Pancho con quien me casé para no caerme de la cama y para tener a quién mandar de por vida. Trump volverá a hacer grande a Estados Unidos. Le sobran pantalones.

De Frau Petra, presidenta vitalicia de la Asociación alemana contra todo lo que huela a macho, Asoactlqham: Colegas gringas, no las envidio. ¿Quién es capaz de obligar a hacer pipí sentado a Trump con lo prepotente que es? Reciban mi sentido pésame. Ese es capaz de darle en la jeta a cualquiera de nosotras. Está casado tres veces y no le gustan los números impares. Si hasta parece que Melania, su mujer, votó por Hillary. Es lo que deduje de la mirada inquisidora que Trump le lanzó a la rusa mientras votaba. Lo vi en las redes. Ojalá la presidenta Merkel le baje los humos. Propongo un colombianísimo “Tocontrum”: Todos contra Trump.

De Búfalo Bill: Donald clonó hasta mi forma de caminar. Como su antecesor, George Bush, camina como si se acabara de bajar del caballo. Mantiene la mano lista para disparar. En la película La Diligencia alguien dice: Lo que es bueno para los banqueros es bueno para Estados Unidos. Yo diría que lo que es bueno para mi país es bueno para todo el mundo. Bienvenido, colega Trump.

Del Chapulín Colorado: Y ahora ¿quién podrá defendernos?

De Vilma Picapiedra y Betty Mármol: Nosotras no intervenimos en política pero este churro con plata nos alegra la vida y nos alborota la libido. Nos hace olvidar la monotonía que supone la cotidianidad con los predecibles apóstoles Pedro y Pablo. Nos despertamos soñando lo mismo: ¡Que Trump que infiel con nosotras!

De Tola y Maruja: Santo Dios, santo fuerte, santo inmortal. Que Dios nos coja confesaos y comulgaos en los próximos cuatro años. Ocho, si “reality” Trump repite. Menos mal ya habíamos sobrevivido al patatús que nos produjo el triunfo del NO al plebiscito. Hasta se nos dañó el paraguas del estartazo tan verraco que pegamos cuando supimos que Hillary volvía a la cocina. El solo motilao, como de falso positivo, de este atembao, nos daña el desayuno, el almuerzo y la comida. El hombre es capaz de vetarnos en USA. Nos tocará multiplicarnos en el mercado criollo. ¡Estamos despedidas!

De Mafalda: Cuando desperté, el dinosaurio Trump sonreía de oreja a oreja en todos los periódicos. Si al mundo le faltaba un tornillo, como dice la milonga, ahora le faltan dos. Repito con mi paisano Atahualpa Yupanqui: “Dios por Estados Unidos no pasó”. Se me daña la sopa que nunca me tomaré de solo pensar que su dedo índice quedó a centímetros del botón nuclear. El mundo quedó cojo de los cuatro puntos cardinales, che.