Andria nos reservaba dos sorpresas: una religiosa y otra gastronómica. En la catedral, la misma donde están enterradas dos de las esposas (¿cuántas tuvo?) del mentado Federico II, conservan una espina de las que clavaron a Cristo en la cabeza. La tienen muy guardada en la sacristía pero a nosotros nos la mostraron y pudimos fotografiarla dentro de la urna de plata y oro. La espina es gruesa y de regular tamaño. ¿Tendrá 15 centímetros? Dicen que brota una rosa en la punta de la espina en las fechas en las que el viernes santo cae el 25 de marzo, día de la fiesta de la Anunciación del ángel a la Virgen María. Nos dijo el sacristán que de este milagro hay una filmación, que no vimos. Nos dijo, si mis recuerdos no fallan, que el milagro ocurrió en 2005 y que ocurrirá de nuevo en 2016 y luego habrá que esperar 125 años para verlo de nuevo.
Y hablando de milagros, en toda Puglia encontramos que la devoción a San Pío de Pietrelcina está muy extendida. Sabido es que el Padre Pío, como se lo llamaba, exhibía en pies y manos los estigmas de la pasión de Cristo. Que eran verdaderos, que era auténtico milagro, que era un simple fenómeno neurótico, de todo se dijo. Murió en 1968 y en 2002 fue canonizado. Tiene un gran santuario en un pueblo de esta Puglia que estamos visitando; el pueblo se llama San Giovanni Rotondo; allí el Padre Pío vivió muchos años. Los peregrinos acuden por millares al santuario a pedirle favores y se le atribuyen muchos milagros.
Y la otra sorpresa, esta vez jugosa, fue presenciar cómo se fabrican los famosos quesos mozzarella. Son tres hermanos de Andria los que producen los quesos “Nuzzi Salvatore”. Esta marca de quesos tiene fama en Italia donde la quesería es tan importante. Hay mozzarellas de leche de vaca y también de búfala. Nos explicaron que la duración de este queso caduca a los 15 días y por eso es imposible exportarlo. Este “Nuzzi Salvatore” sí llega a Nueva York donde la colonia italiana es muy numerosa y lo reclama y ha logrado excelente conexión de aviones que lo llevan refrigerado y los trámites de aduana los cumplen en tiempo récord, de modo que los italianos de la gran urbe lo degustan fresco y añorando la madre tierra. La fabricación del queso mozzarella no debe pasar de 7 horas y debe consumirse, como ya dijimos, antes de 15 días. Además de la mozzarella producen los hermanos Nuzzi una variedad muy solicitada llamada burrata.
Son comunes en Italia hoteles y restaurantes en medio de la campiña, más o menos cerca de las ciudades. Y los turistas los buscan, huyendo del bullicio de las ciudades. Así nos invitaron a un restaurante de nombre sugestivo: “Il falco pellegrino” situado en las afueras de Noci, localidad cercana a Bari. El nombre es el del halcón peregrino, hermosa ave falconiforme. El pueblo de Noci tiene como símbolo distintivo la Torre del “Orologio”, Torre del Reloj. El restaurante es simpático porque el dueño y chef cultiva en su huerto todas las verduras que allí se consumen. Así que las verduras van frescas del huerto a la mesa. Visitamos el jardín y estaba la cosecha de pomodoros en su esplendor. Los famosos y deliciosos pomodoros italianos.
El siguiente destino nos llevó a la casi punta del tacón de la bota italiana. Hablo de Gallípoli.
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