Con Tony Jozame Amar he tenido encuentros telefónicos de ocasión. Él allá en su torre ebúrnea, yo aquí en pecaminosos tragadales existencialistas. Presiento que tenemos personalidades antagónicas. De lejos lo valoro como un hombre importante, un tanto introvertido, tal vez escéptico, que todo lo ve con proyección lejana. Es doctoral, sopesa las palabras, frío para exponer sus conceptos y paladea con lentitud el sartal de sus discursos. Intuyo que es flemático. Quien aquí escribe, está de él a distancia sideral. Tengo un temperamento desbocado, me arrepiento de mis indiscreciones que son muchas, recojo afanosamente el torrente ocioso de mis labios, pastoreo sueños. Soy sanguíneo.
Pero su vida y condición los he deletreado con olfato de galgo cazador. Gobernador de Caldas siendo un pibe, parlamentario talentoso, embajador carioca, hombre público de postín. Todo lo ha hecho bien. Tuvo cauda electoral. Líder de un liberalismo gritón, de visajes encarnados, recorrió pueblos, desfiló con atuendo asustador en las fiestas del diablo, paganas parrandas de Riosucio que la iglesia acepta, supo de guarapos en Cipirra, bailó pasillos en Aguadas, se atragantó de bizcochuelos en Filadelfia y enamoró quinceañeras en Samaná. Muy al alba salía de los clubes sociales de los pueblos, alto de copetines, abrazado con sus conmilitones. Sabía rumbear en los festejos campesinos, engalanado con coqueto pañuelo rabodegallo que lo enroscaba en su cuello, luciente carriel de nutria, mulera sicodélica y peinilla enramalada. Esos aquelarres los prendía después de administrar el santo sacramento de la palabra. Los suyos gustaban de su tono reflexivo, descargado de oropeles, sustantivado en textos severos con los cuales calculaba los elipses de su destino.
¿Qué se hizo Tony Jozame? ¿Estará trasegando los campos de Montiel con el pastor Quijotiz, o andará en coloquios chistosos, intercambiando refranes con don Pancino, o de pronto acompañando a Sansonino o al pastor Curiambro? ¿Caminará por recuestos de montañas escarpadas, buscando manantiales que brotan borboteantes y se descuelgan cantando por laderas? ¿En dónde estará con lira en mano, entonando melodías
de enamorado y recitando tonadas de
despecho?
No lejos, por cierto. Los últimos reportes lo ubican en Chinchiná sembrando nostalgias y alargando calendarios para demorar su retorno a la plaza pública. Si se atreve regresar al vivac, su garganta volverá a vibrar no con el ideario de Ezequiel Rojas si no como trompeta mayor del Centro Democrático, bastión de una derecha hirsuta. Lo han visto por la carretera que conduce a Palestina en soliloquios pesarosos, reconstruyendo itinerarios, tendiendo la mirada por las hondonadas de los cafetales, silvando para emular con el trino de los pájaros. No es el ermitaño que castiga el cuerpo con cilicios, ni tiene atuendo de penitente. En esa soledad acorazada, muy suya, se apuntala en un yo enhiesto, con un rimero de valores espirituales, orgullosamente solo, desafiando un tiempo líquido que se le escapa por entre los intersticios de las manos. Jozame es inamovible en sus preocupaciones esenciales. Romántico y previsivo, se desplaza luciendo borceguíes de oligarca, deportivo sombrero aguadeño, y una camisa liberal con estampados rocambolescos.
¿Cómo es posible que un mimado de los dioses viva autojubilado y en asuetos, cuando el ágora lo espera, y una sinfonía de aplausos lo incitan para que otra vez ponga en uso la palabra? ¿Cómo darle licencia a los talentos que Dios le regaló si el turno puede ser suyo, si tiene juventud con acumulados dones de inteligencia, sagacidad, intuición bastante, malicia foucheriana y un Potosí de conocimientos?
Sé que gusta del diálogo, que intercambia alcoholes con amigos, que otea y olfatea sobre la geografía de Caldas y Colombia. Sé que es un hortelano que deshoja margaritas, con un meditativo tal vez, que lo mantiene masticando una interminable hilera de puntos suspensivos.
La política es para los ambiciosos, para los que tienen hambre de historia. Y en este estadio, Jozame es un hito.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015