La mayor expectativa que hoy tiene la Rama Judicial, y por supuesto también el país, es cómo será el funcionamiento del novedoso "Consejo de Gobierno Judicial", órgano que sustituirá a la ya moribunda Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, esto sin desdeñar lo que pueda decir la Corte Constitucional sobre la reforma de Equilibrio de Poderes y Reajuste Institucional, que adoptó aquella figura (Acto Legislativo 2 de 2015).
Para 'untarle' algo de democracia a la configuración de tal cuerpo administrativo, que será el máximo órgano directivo de la justicia colombiana, el Constituyente (entiéndase Congreso de la República) estableció que 2 de sus 9 integrantes, que representarán a los magistrados de tribunales y jueces, así como a los empleados, fueran elegidos por cada uno de esos estamentos en una jornada electoral preparada por la Comisión Interinstitucional, evento que se llevó a cabo al inicio de este mes (1º de septiembre).
Es la primera vez, desde 1991 cuando comienza la nueva era constitucional de Colombia, que los servidores de la justicia, mediante elección, participan en la conformación de su 'poderoso' órgano rector, del que también harán parte los presidentes de las Cortes Constitucional, Suprema de Justicia y Consejo de Estado, así como el gerente judicial, y tres miembros permanentes especializados en materia administrativa y gerencial que elegirán aquellos seis, lo que aún no ha acontecido, 26 candidatos se sometieron al escrutinio de los funcionarios, y 31 por los empleados judiciales, resultando elegido por 824 votos el representante de los primeros, de Barranquilla el doctor Vicente Calixto de Santis, y como vocero de los segundos (5.353 votos), una empleada de Administración Judicial, la conocida periodista antioqueña Martha Herrera, quienes tendrán, todos, y mientras se expide la Ley Estatutaria que reglamente dicho Consejo de Gobierno, la nada fácil tarea de elaborar el Plan de Desarrollo para la Justicia, el presupuesto de la Rama Judicial, garantizar una justicia eficiente y oportuna, creación y redistribución de despachos judiciales, elaboración de listas de candidatos para magistraturas de las altas Cortes para las cuales está autorizado (la reforma de equilibrio de poderes desechó el concurso de méritos con esos fines), la regulación 'residual' de trámites judiciales y administrativos que se adelanten en los despachos judiciales, etc.
El tiempo del que dispusieron los candidatos para convencer y obtener el favor de sus electores fue demasiado corto -y qué tal que hubiese sido mayor-, pues hubo cierto 'derroche' de publicidad en algunos casos, frente a otros que tuvieron que conformarse con una campaña vía telefónica o por las redes sociales. Iba desde llamativos afiches, a publicidad en diario de circulación nacional, costeados seguramente por cada aspirante, pero que en un futuro, para garantizar la equidad, tendrá que reglamentarse el tema para evitar suspicacias; por ejemplo, que baste con la inserción en la página web de la Rama Judicial la hoja de vida y propuestas de los aspirantes; lo otro sería garantizarle los recursos para que en igualdad de condiciones cada uno haga su campaña por todo el país, nada deseable para la justicia por la dedicación del tiempo de servicio que ello demandaría en menesteres distintos a la propia función judicial, y por el riesgo de compromisos que podrían adquirir atentando de paso contra la buena imagen de la justicia que deben rescatar.
Hubo propuestas de diversa índole, entre ellas unas que iban desde promover la verdadera independencia de la Rama Judicial y la de los propios jueces, de darle estabilidad a los servidores de descongestión, así como promover políticas de bienestar social-deuda pendiente que dejó la Sala Administrativa de la Judicatura no obstante estar ello consagrado en la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia-; y quizás por limitaciones, no se hizo cabal mención de cómo sería el manejo del presupuesto judicial, de mecanismos internos de escogencia objetiva de candidatos a las Cortes y demás servidores que les corresponda su nominación, etc.
Con todo, se desea que el novel Consejo tenga la mejor de las suertes, y se espera que su labor sea la que efectivamente anhela el país.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015