Muchos manizaleños la conocen porque es la mamá de dos campeones: Marcelo y Rafael Gutiérrez, los magos del descenso vertiginoso en bicicleta por rutas increíbles. Otro grupo de manizaleños la conocemos como jefe del área cultural de Banco de la República (el nombre del cargo es muy curioso: Coordinadora de Asuntos Culturales del Banco de la República, Agencia Cultural, Manizales). Su labor constante basada en un don de gentes y mucho sentido común le granjeó el respeto y aprecio de todo el difícil sector cultural de la ciudad. Proyectos provenientes de sectores casi que antagónicos, ella los evaluaba y aportaba, sin preferencias ni sectarismos. Por veinte meses estuvo como gerente encargada de la sede manizalita del Banco y pensábamos que iba a ser nombrada en propiedad y curiosamente sucedió todo lo contrario, de nuevo pasó a un segundo plano a pesar de los logros obtenidos.

Me pregunto cuáles son las funciones de las áreas culturales del Banco de la República, sino de servir de punto de encuentro y espacio físico para que procesos culturales, locales como foráneos, tengan la posibilidad de impactar positivamente a la comunidad, ellos fueron, definitivamente, ideados para beneficio de la gente.

Dar con una mujer como Claudia Villegas es un acierto que se da de vez en cuando. Hallar a alguien que desempeña sus labores con seguimiento de las normas, reglas y protocolos del Banco y especialmente lograr articular los actores culturales de la ciudad inspirando confianza e idoneidad, es escaso. ¿Será que el Banco hará un cambio que rompería el tejido elaborado durante años por ella y la sociedad cultural de Manizales? ¿Se va a cometer una arbitrariedad típica donde un funcionario del Banco en Bogotá decide, basado en las normas o tal vez en informes espurios, por encima de las necesidades y preferencias de los usuarios del Banco aquí en la provincia?

El Banco de la República y su sede cultural son un enclave cultural en la ciudad que no sufre los criterios de la inconstante politiquería local, ayudando que la cultura en nuestra ciudad no sufra una atroz y total decadencia. Con un manejo sobrio el Banco de la República le garantiza a la ciudad una extraordinaria programación donde participan grandes músicos, conferencistas del exterior o los protagonistas del arte local, sin costo alguno para el ávido público. A la lista de beneficios que el Banco le brinda a la ciudad se le debe sumar una extraordinaria biblioteca con modernas instalaciones. Resalto esto para mostrar la importancia del papel que juega, o jugaba, Claudia Villegas dentro de la cultura local al dirigir con acierto y cariño esa institución.

En nuestra escena cultural hay varios tipos de gestores, en este caso de gestoras, y Claudia Villegas pertenece a un grupo intermedio que se diferencia claramente de las gestoras emperifolladas con fuerte ascendiente social o de las nuevas gestoras jóvenes y alternativas. Ella con su don de gentes, señorío y criterio ha marcado la diferencia, actuando acertadamente para que una institución del tamaño del Banco de la República, con toda su distancia, impersonalidad y renombre, haga parte de procesos culturales locales como lo son las Lecturas de Viva Voz en la Plaza de Mercado, actividad que lleva 8 años atendiendo a la infancia vulnerable del entorno de la Galería de la ciudad, o el Club de Lectura en la Cárcel de mujeres local, fuera de su simpatía y cálida forma de atender a las personas que la buscan sin insistir en citas previas.

Es Claudia Villegas un delicado eslabón en la complejísima cadena o hábitat cultural que es muy difícil de recrear por medio de un decreto o disposición legal de una institución. No debería en Banco actuar con ligereza y basado en calumnias y debates injuriosos afectar a la cultura de la ciudad incumpliendo moralmente con su razón de ser. No le serviría a la imagen del Banco que el gremio cultural de Manizales, agradecido y admirado con la labor ecuánime de Claudia Villegas, se ponga, por ejemplo, a reunir firmas de respaldo, entrando en un conflicto declarado con tal importante institución.

Por las razones arriba mencionadas, comedidamente le sugiero al Banco de la República nombrar a Claudia Villegas Yepes como directora de su área cultural en Manizales y congraciarse, así como lo hacemos los usuarios locales, con los procesos encauzados por esta sobresaliente funcionaria.

Nota: esta columna se escribió antes de que nombraran a Carlos Augusto Jaramillo como nuevo gerente de la agencia cultural del Banco de la República en Manizales.