Hace un par de siglos, el verbo 'alivianar', con la acepción de 'aliviar', ya era anticuado, según lo afirma don Vicente Salvá, filólogo y bibliógrafo español (1786-1849). Con ese calificativo aparece en los diccionarios de la Academia de la Lengua de la primera mitad del siglo XX, calificativo que elimina en un par de ediciones de la segunda mitad del mismo siglo. Desde la vigésima primera edición (1992) lo asienta ya como 'desusado',y así está en las tres ediciones posteriores. Realicé esta búsqueda, porque el editorialista de El Tiempo lo resucitó en esta información:”Y no cabe duda de que una de las prioridades de este trazado del nororiente capitalino, que alivianaría el viaje de miles de personas...” (Editorial, 30/9/2016). Este verbo, 'alivianar' (del prefijo 'a-' y 'liviano'), significa 'aliviar, aligerar' ('hacer algo menos pesado'), ambas acepciones apropiadas en la frase del periódico capitalino, que hace bien en echar mano de un término desusado, porque, a pesar de ello, sigue siendo castizo. Notas: 1) La segunda edición del diccionario de María Moliner no acoge el verbo 'alivianar'. 2) El prefijo 'a-' que generalmente es privativo, en este caso sirve para 'redondear' no sólo el término, sino también la acción que éste expresa.
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Gramaticalmente, el término 'mucho' puede ser adjetivo o adverbio de cantidad. Como adjetivo, es variable en género y número, verbigracia, 'mucho calor, mucha lluvia; muchos lloriqueos, muchas lamentaciones'; como adverbio, es invariable en género y número, por ejemplo, 'en el sufrimiento, las mujeres son mucho más fuertes que los hombres', o en la siguiente sentencia del señor Juan Manuel Charry Urueña, en la que viola su invariabilidad, aunque pudo ser error de digitación: “Se trata de negociar en términos en que la sociedad participe más activamente y con unas mayorías mucha más amplias” (LA PATRIA, 4/10/2016). Así está en el destacado, y así, en el texto. “...con unas mayorías mucho más amplias...”, castizamente, porque en esta frase, 'mucho' es adverbio, que modifica al adverbio 'más', también de cantidad. La lógica de la gramática es incontestable.
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El verbo 'interrumpere' ya existía cuando Cicerón y Virgilio estaban apenas aprendiendo el abecé de su idioma, el latín. De él procede nuestro verbo 'interrumpir', formado con el prefijo 'inter-' y 'romper', y cuya segunda acepción es ésta: “Atravesarse uno con su palabra mientras otro está hablando”. Cito únicamente este significado, porque la columnista de El Tiempo Cecilia Rodríguez tituló su artículo de esta deschavetada manera: “Ellas no quieren homterrupciones” (El Tiempo, 3/10/2016). Más adelante cita la correspondiente palabra inglesa, 'manterrumping'. ¡Qué barbaridad! Y afirma que este disparate ya está en los diccionarios. Como no la encontré en el MacMillan English Dictionary (2002), acudí a Google, ¡a dónde más!, y, para mi desconcierto, hallé la definición de 'homterrupción', ésta: “Originaria del inglés 'manterrumping', quiere decir “la innecesaria interrupción por parte de un hombre cuando una mujer habla”. Y es esto precisamente de lo que diserta la columnista desde Luxemburgo, de los hombres que con su palabra cortan lo que la mujer está diciendo. ¿Cómo se dirá, entonces, si es al contrario, 'feminterrupción'? ¡Uf! El abuso de los acrónimos está perjudicando el idioma de un modo espeluznante, pues sus 'genios creadores' olvidan que la supresión de uno de los componentes del término original, o su mutilación, los hace imposibles semánticamente. En la muestra, mutilan el prefijo 'inter', indispensable para el significado del elemento al que se le antepone, y emplean un prefijo, 'hom', que puede significar cualquier cosa, ya que nada quiere decir. 'Manterrupcion', otra entrada más para el léxico de 'voces disparatadas'.
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Los artículos, determinados e indeterminados, concuerdan en género y número con el nombre al que se anteponen. El presidente de los colombianos, Juan Manuel Santos, cuando se dirigió a ellos para celebrar su Nobel, dijo: “Lo recibo a nombre de todos los colombianos, en especial de las millones de víctimas...” (7/10/2016). Estas palabras fueron transcritas 'tal cual' por todos los medios de comunicación. Castizamente, así: “...en especial de los millones de víctimas...”, porque 'millón' es un sustantivo masculino, determinado, en este caso, por el artículo 'los'. Y es una norma gramatical que hay que cumplir, hasta por el presidente Santos. Aunque éste también dice “de eso se trata la paz”.
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